Si el debate se encuentra entre una Europa más unida o simplemente una congregación de países, habría que valorar y dar a conocer las aportaciones económicas y sociales de las diferentes industrias que dan vida a la Unión Europea. En España, el sector editorial es la principal industria cultural en el país, pero también tiene una gran fuerza a nivel europeo. Las cifras lo demuestran.
La facturación de la industria editorial ha reducido sus números en los últimos años. En 2014, su facturación fue de 22.000 millones de euros, 300 millones menos que en 2013. Sin embargo, su valor de mercado ronda los 38.000 euros.
Alemania es la principal fuerza del mercado, según un informe de la Federación Europea de Editores (FEP). España, gracias a la enorme cifra de ventas en Latinoamérica, ocupa la cuarta posición, tras Reino Unido y Francia. Los países de la Unión Europea y los Estados Miembros del Espacio Económico Europeo publicaron más de medio millón de títulos en 2014. España es de los países que más novedades lanzan cada año.
Una fuente de ingresos y empleo
Más allá del valor cultural y cualitativo que aporta el mundo de los libros, también supone ser una fuente de ingresos para los países europeos. Por eso, no es de extrañar que el sector editorial europeo sea el más grande del mundo.
Según el estudio de la FED, la industria del libro dio trabajo a más de 125.000 personas directas –solo los dedicados a la publicación-, lo que supone un descenso del 4% respecto a 2013. Sin embargo, se prevé que ronde el medio millón de empleos teniendo en cuenta autores, libreros, impresores, diseñadores…
Aunque las cifras se hayan ido ralentizando en los últimos cuatro años, hay datos para mantener el optimismo, como el aumento de la venta del libro electrónico o el de las exportaciones. Latinoamérica, el principal objetivo.
