Análisis del formol de sus obras

La obra de Damien Hirst no es tóxica

Foto: Tate Modern

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Un estudio revela que el formol expuesto en 2012 en sus obras de la Tate Modern no superaron los límites de toxicidad.

Damien Hirst es uno de los artistas más polémicos del arte contemporáneo. Sobrevalorado para algunos, la crítica mediática siempre le ha dado mucho bombo a su obra, ya sea por su extravagancia o, quizá, por su falta de arte en sus trabajos artísticos.

 

Pero la obra de Hirst no es tóxica. Al menos hablando literalmente. La Tate Modern de Londres acogió en 2012 una exposición de animales en formol del artista británico. La muestra estuvo expuesta cinco meses y tuvo un éxito impredecible, siendo la exposición más visitada de la historia del museo. Hasta la fecha no tuvo ningún impedimento ni objeción.

 

Sin embargo, la Universidad Politécnica de Milán publicó en abril un estudio que demostraba que los niveles de humos procedentes del formol estaban por encima del límite que fija la legislación. Un hecho que planteaba un riesgo de salud para el público.

 

Así, una compañía del artista británico, Science Ltd, inició una contrainvestigación de la mano de la profesora de Química de la Oxford University Claire Vallance. Se llevaron a cabo una serie de pruebas adicionales en obras de arte de formol utilizando el mismo equipo que se describe en el documento del primer estudio. El resultado del informe descarta que se pasara los límites de toxicidad.

 

“Ninguno de los test muestran niveles superiores a 0,1 partes por millón” cuando el máximo permitido está fijado en 2 partes por millón, afirma la web de Hirst tras los resultados obtenidos del estudio, que señala que “nunca hubo ningún riesgo para el público”.

 

Esta contrainvestigación se hizo de la mano de los autores del primer estudio –el que alarmaba de los riesgos de toxicidad de la obra de Hirst-. El informe definitivo señala que los autores del primer informe “no pueden haber estado presentes ante los peligrosamente altos niveles de formaldehído originalmente citados”. De esta forma, Giorgio Righetti, profesor responsable del primer documento, reconoció “sin reservas que el documento es erróneo y poco fiable”. Confirmado: la obra de Damien Hirst no es tóxica.

 

L. Torres

L. Torres

L. Torres es periodista y colaboradora de Ritmos 21.

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