Son compañeros de trabajo, o workmates como les gusta decir a los británicos. Un grupo de artistas que han trabajo en el mismo espacio temporal: la segunda mitad del siglo XX. Aunque no trabajan juntos –cada uno tiene su espacio, su estudio-, su obra tiene características muy similares, lo que les ha llevado a estar juntos en alguna exposición. Como la que presenta ahora el Museo Thyssen bajo el título Realistas en Madrid, que podrá visitarse del 9 febrero hasta finales de mayo.
No tienen un nombre concreto como grupo de artistas. Les llaman los realistas. Son un grupo histórico y generacional de artistas que han vivido y trabajado en Madrid desde 1950 hasta la fecha, unidos tanto por las vinculación de su formación como por sus relaciones personales y familiares. Como es el caso del principal protagonista de la exposición, Antonio López, que exhibirá algunas obras de la mano de su mujer, y también artista, María Moreno. De los siete pintores que componen la muestra, muchos son familiares, pero no todos han nacido en Madrid, aunque haya sido su lugar principal de residencia.
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| Filatelia Finarte (1989), Amalia Avia. (Foto: Museo Thyssen) |
Del pequeño al gran formato
Una de las peculiaridades de la muestra es que no sigue un recorrido cronológico, sino temático. Así, la obra se desplaza de lo privado a lo público, del bodegón a la ciudad, del plano largo al gran formato y las vistas urbanas panorámicas, tan presentes en la obra de Antonio López.
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Aunque hayan trabajo en Madrid, muchos artistas llevan a su obra la nostalgia del escenario rural | |
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El itinerario comienza desde una selección de naturalezas muertas –de obras de Isabel Quintanilla y María Moreno, entre otros- para dirigirse al interior de la casa con la representación de largos corredores, a veces oscuros e inquietantes. Espacios pequeños, que transmiten cierta claustrofobia al espectador, pero donde se juega a la relación de lo interior y lo exterior.
Pero de la claustrofobia viajamos a las casas sin paredes, al exterior. Espacios abiertos, patios, jardines... el entorno más inmediato de la casa, concebida como una prolongación del propio hogar. Son artistas que han trabajo en grandes ciudades, pero cuya infancia han vivido en pequeños pueblos y zonas rurales, donde nos lo recuerdan en sus obras con cierto aire de nostalgia.
De la figura humana al urbanismo
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| Habitación de costura (1974), Isabel Quintanilla. (Foto: Museo Thyssen) |
El itinerario continúa con un salto desproporcionado en la temática. Atrás dejamos los interiores y lugares pequeños para dedicar una parte de la exposición a la figura humana más monumental, a los formidables proyectos escultóricos concebidos para espacios públicos. La figura del ser humano encuentra a través de la escultura su lugar natural de representación, con esculturas destacadas de Julio López, otro de los artistas presentes en la muestra.
Finalmente salimos del hombre como clave artística para centrarnos en las vistas urbanas, donde Antonio López ya mostró sus habilidades artísticas en la exposición que acogió el Thyssen en 2011. Esta sección recoge cuadros que exhiben la metamorfosis de la capital en metrópoli moderna.
Pero la novedad llega en el postre. Realistas en Madrid cierra con Ventana de noche, un gran lienzo de Antonio López que se presenta por primera vez en España. Larga vida a los realistas.
