Marina Picasso, nieta del artista malagueño, continua dando salida a las más de 10.000 piezas que heredó de su abuelo. Una determinación que, de unos años a esta parte, ha suscitado numerosos comentarios y teorías sobre la razón de la decisión. Unos, los mejor pensados, creen que lo que pretende la nieta es huir de los recuerdos de su abuelo, de la nostalgia. Otros, los peor pensados y quizás, los que han leído Mi abuelo, el libro de memorias firmado por Marina Picasso, creen que lo que pretende la nieta es vengarse de su abuelo, que no sale muy bien parado en las páginas memorísticas. Sea la razón la que fuere, lo cierto es el artista español volverá a será el protagonista de los próximos días en el mercado londinense – es decir, mundial – del arte.
Picasso en privado, así es como Sotheby´s, casa encargada de la subasta de las obras heredadas por la nieta del pintor, ha titulado la sesión en la que pondrá a disposición de los coleccionistas 70 cerámicas y 106 obras sobre papel, que pueden ser visitadas en la sede de la casa. Piezas de todas las etapas y, en buena medida, germinales de obras posteriores, de una gran diversidad temática, en las que pueden encontrarse tanto a estudios de dibujo – que luego desembocarían en la etapa cubista – como a paisajes tradicionales o bocetos de retratos y cuyos precio oscilan entre los 5.300 y los 238.000 euros. La recaudación estimada está entre los 9,25 y los 13,1 millones.
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Una de las cerámicas: Trois masques ques à quartiers, Pablo Picasso (Foto: Sotheby´s)
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Tres días antes, el viernes 5, se habrá celebrado otra subasta, esta vez organizada por la casa Christie´s que sacará a subasta Nature Morte, una obra de transición en la que contrasta, sobre todo lo que no aparecer en el cuadro: un libro, una copa, una pipa: serenidad bajo una noche estrellada. Sin embargo, es el 26 de abril de 1937 y los aviones alemanes han bombardeado Guernica. En adelante, Picasso sería diferente y por ello la obra que la casa londinense saca a puja es doblemente valiosa. Además, en esta velada también estarán a disposición de los coleccionistas 9 obras más de distintos períodos, como el azul, el cubista e incluso obras de la guerra.
Y para redondear, el día 11 serán subastadas, también por Christie´s, una colección de cerámicas perteneciente a Miguel Bosé.
El inicio del año en el mercado del arte tiene un claro protagonista.
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| Nature Morte, Pablo Picasso (Foto: Christie´s) |
¿Qué vale un picasso?
Las cifras y cantidades pueden parecer apabullantes, y aunque las de las próximas subastas no son, ni por asomo, las más elevadas cotas a las que ha llegado una obra del artista (Les Femmes d´Alger batió el récord al ser adjudicada por 179 millones de dólares), siempre surge la pregunta: ¿qué vale un ‘picasso’? .
Hay quienes consideran que la inversión en arte es una de tantas e incluso hay quienes lo consideran una inversión similar a la que puede hacerse en activos financieros. Sin embargo, la obra de arte tiene unos rasgos que la caracterizan como inversión. Es cierto que puede tener similitudes con un activo financiero, tanto en cuanto su valor puede oscilar en el mercado, aunque a un mismo tiempo, es un bien de consumo duradero. Un cuadro no genera dividendos, antes bien, exige importantes gastos en seguros, mantenimiento y como inversión, su rendimiento económico no es tan elevado como puede serlo el de una gran empresa. Las abultadas ganancias en el mercado del arte son, además de una excepción, operaciones sumamente arriesgadas y que exigen, con lógica, inversiones cuantiosísimas.
El periodista del Financial Times, John Gapper señala que el valor de una obra de arte es desconocido e intangible. Con él coinciden otros economistas que, estudiando la evolución de precios de las obras, llegan a la conclusión de que los cambios de precios se efectúan sin rumbo fijo, lo que dificulta sobre manera llegar a determinar el valor real de una obra. De esto, sería arriesgado concluir que el mercado del arte es un mero juego de multimillonarios caprichosos. Sí, sin embargo, podría concluirse que el mercado del arte, que lo que cuesta un ‘picasso’, realmente, no lo sabe nadie, que, en el fondo, su valor está en lo que el coleccionista esté dispuesto a pagar.
