El 2017 será el año del 25 aniversario del Museo Thyssen y el centro de arte no quiere pasarlo por alto, sobre todo después de los datos que arroja la Memoria de la Fundación, hecha pública este mes de julio en el Boletín Oficial del Estado. En ella se da cuenta de la pérdida de un 3,8% de visitantes en 2015, dando, desde 2012, un descenso del 25% lo y de las malas cifras de la cuenta de ejercicio correspondiente al año 2014, con pérdidas por más de 4 millones de euros, lo que supone una ligera mejora con respecto al ejercicio anterior, cerrado con más de 5 millones de euros de pérdidas; una corrección que, en parte, se debe al aumento de ingresos propios, de 9 a 10 millones. Esta relación de cifras espera ser corregida durante el próximo curso con la celebración del aniversario, para lo que se ha constituido un órgano administrativo y se han previsto unos beneficios fiscales de hasta el 90% de la inversión.
Grandes nombres para el 25 aniversario
Pero no sólo de incentivos vive el museo. Además, la dirección artística del centro ha planificado un programa, que se extiende hasta el 2018, protagonizado por Magritte, Delaunay y Moneo, además de las ya conocidas exposiciones sobre Renoir, la influencia de la arquitectura y el arte de la antigua Roma y una muestra sobre la casa de joyería Bvlgari.
Según el director del artístico, Guillermo Solana, el 2017 girará en torno a tres grandes exposiciones, íntimamente ligadas con la “esencia del museo”. La primera de ellas, Obras maestras del Museo de Budapest, acogerá algunas de las piezas más emblemáticas de uno de los grandes museos europeos, aunque, como señalaba Solana en una entrevista reciente, “mal conocidos”. Da Vinci, Durero, Van Gogh o Cézanne serán algunos de los nombres propios de esta exposición.
La segunda gran muestra, la del verano de 2017, estará dedicada al cinquecento veneciano. Comisariada por el antiguo director del Museo del Prado y Premio Nacional de Historia, Fernando Checa, centrará la atención en la pintura de esta época, protagonista de la colección Thyssen.
Golconda. / Magritte
Y como siguiente paso natural, a finales de año, el Thyssen se centrará los nombres más modernos de su colección: Picasso y Toulouse-Lautrec. Será una muestra novedosa, ya que será la primera que se dedique en conjunto a ambos artistas. Bajo la dirección de la jefa de Conservación de Pintura Moderna del museo, Paloma Alarcó, la exposición es todo un reto para el centro, sobre todo porque precisa de préstamos que no son fáciles de conseguir. Además, el director desveló que se está trabajando ya en una gran exposición en torno al surrealista belga, René Magritte. Una muestra que, según Solana, no se ha hecho aún en España.
Arquitectura y moda
Rafael Moneo será uno de los protagonistas del 25 aniversario del museo. Una exposición recorrerá su trayectoria, ligada al Thyssen por ser el responsable de la transformación del Palacio de Villahermosa para acoger la colección del barón. La muestra será una ampliación de la exposición que, anteriormente, acogió La Coruña. Maquetas y planos para conocer la trayectoria de uno de los arquitectos más importantes e influyentes de los últimos años. En cuanto a la moda, no es un ámbito novedoso en el Thyssen. Ya entró en él con la exposición que dedicó al diseñador Hubert de Givenchy. En 2017 la protagonista será Sonia Delaunay, diseñadora y creadora plástica y están trabajando en una novedosa muestra sobre la relación de Sorolla y la moda.
Estas son las armas con las que el Thyssen quiere darle la puntilla definitiva a la crisis y celebrar como merece su 25 aniversario.
