Hay vida más allá del Toni Cantó político. El actor. Y es que no parece haber demasiadas diferencias entre una profesión y la otra. “Las habilidades como actor me han ayudado en política”, reconoce el actor valenciano, quien señala que cuando uno trabaja en el teatro “tiene el músculo más entrenado para verles a los políticos el cartón”.
Pero Toni Cantó deja a un lado su faceta política para mostrar la heroica. No es para menos cuando un actor llega al Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y, lejos de interpretar un simple papel, le toca hacer de Aquiles, el héroe de la Guerra de Troya.
Cantó llega a la ciudad extremeña protagonizando el cuarto estreno del festival: Aquiles, el hombre. La obra, dirigida por José Pascual, no es una simple recreación de la actuación del héroe griego en la guerra de Troya, sino que ofrece una metáfora actual del arte de la guerra con un montaje “intenso, potente y dinámico”, según afirma el director, quien explica que el objetivo “es transmitir al espectador el clima enloquecido de cualquier guerra”.
No es fácil adaptar un héroe como el de la Ilíada de Homero al siglo XXI. Por eso, no se presenta en el festival como un semidios, sino como un hombre que se enfrenta al temible reto de cumplir su destino y sus obligaciones, como es el de continuar con la guerra y perder la vida, o dejarse llevar por sus sentimientos.
“Aquiles es un visionario, un antisistema, un creador, que por primera vez se plantea no solo que las cosas pueden ser de otra manera, sino que pueden ser mucho mejor”, señala Cantó.
Playa blanca frente a las murallas de Troya obra de Curt Allen Wilmer para #AquileselHombre @JCimarro @Tonicanto1 pic.twitter.com/PfoAc79oug
— Festival de Mérida (@Festival_Merida) 25 de julio de 2016
El espectáculo no busca situarnos solo en la guerra de Troya, sino en cualquier guerra. De esta manera, el Teatro Romano de Mérida se convertirá en un gigantesco desierto de arena. Se utilizarán 25 toneladas de polvo de cuarzo blanco para recrear la playa situada frente a las murallas de Troya donde los barcos griegos permanecen varados desde hace más de nueve años.
Casi una década para que Grecia se vengara del rapto de Helena, esposa de Menelao, a la que el troyano Paris encierra tras los enormes muros de Ilión. Aquiles es el “salvador”, aquel en el que el pueblo griego pone todas sus esperanzas. Sin embargo, Aquiles también es un mar de dudas, que se cuestiona si merece la pena o no cumplir su destino. Solo Mérida lo sabrá.
