Exposición en el Museo Thyssen

Los secretos de 'Arlequín con espejo'

Detalle ojo técnico de Arlequin con espejo (1923).

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El Museo Thyssen muestra los resultados del estudio técnico del emblemático cuadro de Picasso, donde descubre varios secretos.

Hay diferentes maneras de desnudar un cuadro. Una de ellas es a través de la interpretación y el estudio cualitativo. Podemos conocer el motivo de una obra gracias a su relación de la trayectoria personal de un artista y al contexto histórico. El Guernica es un claro ejemplo. Pero también hay otra manera de descifrar un cuadro, y es a través del estudio de la técnica.

 

El Museo Thyssen desentraña una de sus obras más emblemáticas de su colección permanente. Se trata de Arlequín con espejo (1923) de Pablo Picasso. Con motivo de su 25 aniversario, el Thyssen exhibe los resultados del estudio técnico llevado a cabo por el área de Restauración, con el apoyo del de Pintura Moderna. Una exposición que podrá visitarse hasta el próximo 8 de octubre.

Arlequin con espejo (1923), Pablo Picasso. / Museo Thyssen.



La intención del Thyssen es dar a conocer los aspectos más interesantes del proceso creativo de Arlequín con espejo. El análisis realizado se ha basado en la aplicación de los diferentes métodos de estudio utilizados habitualmente en los laboratorios de los museos: la radiografía, la reflectografía infrarroja, el análisis de los materiales utilizados por el autor y una documentación fotográfica. Con los resultados obtenidos, los expertos pueden averiguar detalles sobre la técnica empleada, la composición de los materiales y sus variaciones y rectificaciones.

 

Además de las fotografías de infrarrojos y rayos X expuestas junto al cuadro, la instalación incluye un video en el que se ha recreado la forma en la que Picasso pintó el cuadro en base a los datos aportados por este estudio.

 

Lo que sabíamos (y no sabíamos) del cuadro

Lo que ya sabíamos de la famosa obra de Pablo Picasso es que fue concebido en su inicio como un autorretrato. En él combina varios personajes del mundo circense y de la Commedia dell’arte por los que Picasso se sentía fascinado e identificado a la vez: Arlequín, con su sombrero de dos picos, un acróbata (por su vestimenta), y Pierrot, por su rostro que, convertido en una máscara, camufla la identidad del artista.

 

En la monumental figura de Arlequín reconocemos el nuevo lenguaje artístico inspirado en las obras de los grandes maestros clásicos, que Picasso había comenzado a utilizar tras su viaje a Italia en 1917. Aunque su experiencia italiana supuso una vuelta a los planeamientos clásicos, su interpretación no fue literal, sino que partió de la libertad que le otorgaba su anterior experiencia cubista.

Imagen radiográfica.



Sin embargo, la imagen infrarroja detalla información oculta bajo las capas de color visibles al espectador. Siempre que se den las condiciones materiales adecuadas para ello, esta imagen permite, por ejemplo, visualizar los dibujos preparatorios realizados por el artista. En Arlequín con espejo ha puesto de manifiesto algunos detalles sobre la forma de trabajar del pintor: Picasso aplica sobre la preparación una primera entonación con diferentes matices, situando las formas con manchas de color pardo y resaltando los volúmenes en blanco.

 

A continuación, el pintor malagueño dibuja con pincel definiendo algunos contornos de forma rápida, aplica diferentes capas de color y refuerza los contornos en negro. Existe una gran coincidencia entre los trazos del primer dibujo preparatorio y los del dibujo de refuerzo realizado posteriormente para definir la figura, lo que sugiere una ejecución muy segura, característica de la forma de trabajar de este gran artista.

 

Por otro lado, la imagen radiográfica aporta también información más allá de lo visible, desvelando detalles sobre la técnica pictórica utilizada, sobre la composición y sobre la historia material del cuadro. Al examinar la imagen de Arlequín con espejo se observa cómo Picasso encaja con blanco la figura y traza con una pincelada suelta y rápida la composición de la obra. En esta fase inicial concibe el arlequín con las piernas abiertas, resultando una figura rotunda y equilibrada. El cambio posterior, girando la pierna izquierda, dio cierta inestabilidad y movimiento a la figura definitiva. Este escorzo no se aprecia en la radiografía debido a los materiales utilizados.

 

Los rayos X permiten descubrir cómo Picasso emplea pintura a modo de esbozo preparatorio y cómo parte de una composición más naturalista y de pincelada vibrante que fue cubriendo y serenando mediante planos de color, herencia de su periodo cubista. La mejor forma de saberlo es visitando la exposición en el Thyssen.

L. Torres

L. Torres

L. Torres es periodista y colaboradora de Ritmos 21.

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