Cine de animación japonés

Studio Ghibli: punto de inflexión en el cine animado

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El estudio, fundado en 1985 por Hayao Miyazaki e Isao Takahata, ha producido 21 largometrajes, ocho cortometrajes y diversos trabajos publicitarios y videoclips. 32 años después de su nacimiento sigue siendo un referente dentro del cine de animación japonés.

''La vida es extraña, tan solo una fantasía de la que se aprovechan los humanos'', así lo deja claro la protagonista de El Viaje de Chihiro, que no podría describir mejor la esencia de un estudio que aprovecha la fantasía y la animación japonesa para transmitir valores éticos. De una forma independiente, Studio Ghibili tiende puentes con la industria comercial como ninguna productora nipona ha conseguido hacer.

 

Una manera diferente de entender la animación japonesa, esa era la idea con la que Hayao Miyazaki e Isao Takahata partieron con la ayuda y fundación de la compañía de manga y revista Tokuma Shoten, además del productor Toshio Suzuki, que ha participado en las películas más icónicas del estudio como La Princesa Mononoke o El Castillo Ambulante. Además, contaron desde sus inicios con realizadores de grandes series japonesas de animación como Heidi, Ana de las Tejas Verdes o Marco. 

 

El lanzamiento de Nausicaä del Valle del Viento en 1983 fue lo que dio el pistoletazo de salida a un estudio que se estrenó con al año siguiente con el lanzamiento de El Castillo en el Cielo. Un estudio que rompe con la violencia presente en cantidad de producciones de anime para dar un giro hacia las enseñanzas morales y filosóficas que transmiten estas producciones. La distribución, sin embargo, fue vendida a Disney para películas como El viaje de Chihiro y La princesa Mononoke, siendo una sinergia que continuó llevando a cabo durante varios años.

 

 

Finalmente, en 2013, el estudio sufrió la baja de su buque insignia, Hayao Miyazaki, que anunció su retirada después de dirigir El viento se levanta ese mismo año. Un golpe duro para el estudio que anunció su cierre en 2014 con El recuerdo de Marnie como última producción. Sin embargo, su estela, las enseñanzas y la dulzura con la que trata temas tan duros como la enfermedad en Mi Vecino Totoro, los conflictos intergeneracionales o la globalización en El Viaje de Chihiro o El Castillo Ambulante. Una filosofía de fantasía y hadas que busca hacernos pensar como niños sobre temáticas de adultos. 

 

La animación mal llamada infantil, es más para adultos que para niños. La moraleja que esconden los personajes, elaborados alegóricamente con fuerzas como la libertad, la pasión y la fuerza en muchos de sus filmes, y una trama generalmente con una segunda visión, son algunas de las características de este estudio conocido popularmente como el Disney japonés.

San, protagonista de La princesa Mononoke

Las mujeres de Miyazaki

''Cualquier mujer es capaz de ser una heroína tanto como un hombre. Necesitarán un amigo, o un aliado, pero nunca un salvador'', así destaca el propio Miyazaki en muchas ocasiones el papel femenino de sus protagonistas: heroínas que se salen de los cánones principescos que se establecen en las productoras occidentales como Disney. Las protagonistas del cineasta no tienen miedo a la lucha, a combatir el mundo y las injusticias.

 

Una Chihiro más madura que muchos adultos que crece a contrarreloj, una San, protagonista de La princesa Mononoke, que podría ser la versión feminista y luchadora del Mowgli de Disney, criada entre lobos y sin temor a la lucha a la sangre. El último ejemplo de ello es El recuerdo de Marnie, de Hiromasa Yonebayashi, que, rompiendo con el carácter combativo de las heroínas de Ghibli, repasa el apoyo y la fortaleza moral mediante la amistad entre las dos protagonistas.

 

De esta manera, el director no da importancia a si estas protagonistas son brujas, niñas, princesas o heroínas, en el fondo todas luchan con la misma psicología y fuerza que un hombre. Conjugan además, la ternura de la animación y la caracterización con un desarrollo antropológico mucho más complejo. Son poliédricas y complejas, tan resolutivas que resultan indispensable para desarrollar la historia. Unos roles necesarios en el mundo del cine y, especialmente, en la animación, donde los príncipes salvadores siguen estando presentes en las carteleras.

Marina Prats

Marina Prats

Marina Prats es periodista y experta en comunicación cultural.

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