'3D. Imprimir el mundo'

La impresión 3D, una pequeña tercera revolución industrial

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La Fundación Telefónica acoge una exposición que muestra la revolución tecnológica que supone la impresión 3D en todos los ámbitos, transformando a la sociedad.

Apenas hace 10 años, nos resultaba inimaginable poder crear un objeto sin necesidad de una costosa producción. En casa y con una simple impresora. Ahora, estas impresoras son cada vez más comunes, al igual que los objetos creados con las mismas. Ante esta revolución tecnológica y productiva, se plantean varios interrogantes. ¿Qué tipo de objetos impresos se encuentran en la actualidad y en qué ámbitos se utilizan?  ¿Hasta dónde puede llegar el uso de impresoras 3D? Para ello, el Espacio Fundación Telefónica nos propone una inmersión en esta tecnología, repasando su evolución histórica, cómo ha ido transformando el panorama tecnológico y su aplicación en los diversos ámbitos en 3D. Imprimir el mundo.

 

Al contrario de la producción masiva de bienes de consumo que nos trajo la revolución industrial de finales del siglo XVIII, la producción se individualiza y se lleva a casa. El consumidor se convierte ahora en productor, prosumer, lo que crea conflictos dentro de la industria, tan dispares como el sustento de la economía y la venta de productos como los derechos de autor y las patentes. La impresión 3D permite crear objetos personalizables, lo que hace que el consumidor se individualice aún más en la producción. Unos dilemas que se plantean en esta muestra, que estará abierta al público hasta el 22 de octubre, donde se repasa mediante las obras seleccionadas su impacto en los mundos de la medicina, la moda, la gastronomía o la arquitectura.

Una de las salas de la exposición 3D. Imprimir el mundo. Foto: Espacio Fundación Telefónica.

La exposición se estructura en cuatro grandes módulos Del bit al átomo, Por el espejo retrovisor, La huella tridimensional y Un paso más allá. El primer bloque se acerca a los diferentes tipos de impresión que existen, además de los materiales empleados, las ventajas frente a otras tecnologías, el ahorro de costes...En definitiva, una primera aproximación a la parte productiva y técnica de la impresión 3D. En el segundo módulo, Por el espejo retrovisor, se destacan los diferentes hitos con respecto a la impresión 3D que se han producido a lo largo del tiempo, también con una visión hacia el futuro, teniendo en cuenta la utilización de nuevos materiales como el vidrio, el titanio o la cerámica. También hace hincapié en las aplicaciones cada vez más reales y beneficiosas como la impresión de tejidos humanos y huesos, o la fabricación de piezas para motores de aviones, más económicas. 

 

El tercer módulo muestra algunos ejemplos de aplicación de esta tecnología en varios ámbitos, invitando además a reflexionar sobre el fenómeno desde distintos puntos de vista, desde una producción personalizada y las consecuencias que esto tiene, como los derechos de la propiedad intelectual o la facilidad en el almacenamiento. Por último, en el bloque Un paso más allá, se plantean, a modo de epílogo, predicciones y expectativas de futuro de la impresión contando con audiovisuales de expertos en las distintas áreas relacionadas. 

Project EGG es la obra de arte de mayor tamaño impresa en 3D. Foto: Espacio Fundación Telefónica.

La revolución 3D, palpable

Durante la visita por la sección La huella tridimensional, se podrán observar más de 100 obras de 87 autores diferentes. La más destacada se trata de Project EGG, la mayor obra de arte impresa en 3D hasta la fecha. Se trata de una obra colaborativa, fabricada por cientos de personas con sus propias impresoras 3D. Se trata de un habitáculo en forma de huevo gigante compuesto por 4.760 piezas únicas y diferentes. Un proyecto liderado por el diseñador holandés Michiel Van der Kley, entre septiembre de 2013 y agosto de 2014.

 

También destacan los ejemplos de ropa 3D o ropa electrónica como son los zapatos de de la primera colección de ropa hecha Ready To Wear, 100% con una impresora 3D
de uso doméstico. Un proyecto de la diseñadora israelí Danit Peleg que plantea la ropa como un bien descargable e imprimible, tal y como se podría realizar con la música. 

La impresión 3D puede resultar lejana o quizás no lo sea tanto. ¿Nunca te habías planteado si lo que usas está impreso con una máquina 3D? En un futuro muy lejano lo será, bajo el emblema de una pequeña tercera revolución industrial. 

Marina Prats

Marina Prats

Marina Prats es periodista y experta en comunicación cultural.

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