Exposición en Madrid

El Museo del Prado descubre la naturaleza muerta de Clara Peeters

Bodegón con pescado, vela, alcachofas, cangrejos y gambas ( 1611)

Bodegón con pescado, vela, alcachofas, cangrejos y gambas ( 1611)

/ Museo del Prado

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El Museo del Prado dedica su nueva exposición a la pintora flamenca, pionera de la naturaleza muerta.

La dominación del sexo masculino en la historia del arte no es una cuestión subjetiva. En los 200 años de historia que tiene el Museo del Prado, es en 2016 cuando dedica la primera retrospectiva completa a una mujer, concretamente a Clara Peeters. Pero el arte no entiende de sexos, sino de belleza y es por ello que carece de sentido centrar un análisis de una exposición sobre el género del protagonista.

 

Peeters fue pionera en la pintura de la naturaleza muerta y una las pocas mujeres que se dedicaron plenamente a esta profesión en Europa en la Edad Moderna. La exposición que presenta el Prado recoge 15 obras relevantes de la artista flamenca, de las poco más de 40 que quedan en la actualidad. La mayoría de las obras expuestas proceden de colecciones particulares e instituciones del norte de Europa, además de las que conserva el museo madrileño.

 

Bodegón con flores, copa de plata dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre.
Foto: Museo del Prado

Peeters alimentó durante su trayectoria profesional el género del bodegón. Su intención artística se centraba en la apariencia real de lo dibujado, pequeñas pinceladas de una artista emprendedora y con una mentalidad vanguardista. Su realismo se presentaba como una alternativa al idealismo de la tradición renacentista.

 

Entre las piezas expuestas podemos observar aves y pescados preparados para ser cocinados, alimentos sobre la mesa, vajillas y objetos de lujo… Todo esto en una perfecta combinación de colores y naturaleza muerta. Estas obras ponen en valor los gustos de las clases altas de los inicios de la Edad Moderna, donde vemos productos importados como vinos, frutas o dulces. El pescado es el alimento principal de Peeters, como observamos en Bodegón con pescado, vela, alcachofas, cangrejos y gambas. También podemos ver los primeros bodegones dedicados a la caza, como Bodegón con halcón peregrino y su presa.

 

Otros objetos expuestos en los cuadros de Peeters nos revela la cultura y el gusto de aquella época. Entre ellos están la porcelana; las copas y tazas de plata dorada; el vidrio soplado; y los contenedores de plata para la sal.

 

 

En algunos de sus lienzos podemos ver autorretratos –ahora llamados selfies- reflejados en las jarras o en las copas, como se observa en Bodegón con flores, copa de plata dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre. Otros como Bodegón con pescado, vela, alcachofas, cangrejos y gambas, Bodegón con arenque, cerezas, alcachofa, jarra y plato de porcelana con mantequilla, Bodegón con quesos, almendras y panecillos, y Bodegón con quesos, gambas y cangrejos exhiben solamente la cabeza de la artista reflejada en las tapas de las jarras.

 

Clara Peeters fue una auténtica pionera de los bodegones y la naturaleza muerta. Su trabajo tuvo lugar en Amberes. Aunque no aparezca apuntada en el gremio de pintores de la ciudad belga, es citada en un texto como artista de Amberes y sus lienzos muestran que fueron preparados para esa ciudad. Se conoce que nació entre 1588 y 1890. Muy pocas de sus obras están fechadas y no se sabe si siguió pintando después de 1621. Ahora, el Museo del Prado descubre a Clara Peeters.

L. Torres

L. Torres

L. Torres es periodista y colaboradora de Ritmos 21.

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