29 de mayo de 1954. El Corral de Comedias de Almagro se reabría tras varios siglos de olvido. El objetivo, recuperar a los grandes clásicos del Siglo de Oro. Esto fue hace 63 años. Un número nada redondo pero que la organización del templo del teatro clásico ha querido homenajear de forma simbólica.
El que fue un escenario teatral del Barroco y un lugar donde dramas de capa y espada, de afrentas de honor eran interpretadas, volvía a ver la luz para servir al mundo de la interpretación y el teatro del Siglo de Oro.
"Sorprende que en este siglo pensemos en subir a escena un Auto Sacramental del siglo XVII"
Mucho ha llovido desde su reapertura. Y seis décadas después, volverá al mismo escenario la primera obra que se interpretó tras su inauguración. Hablamos de La Hidalga del Valle, el Auto Sacramental de Calderón de la Barca, que será interpretada por la Compañía Corrales de Comedias el próximo 28 de mayo.
La obra de Calderón de la Barca fue escrita alrededor de 1634. Es uno de los Autos Sacramentales más representados, no sólo del dramaturgo del Siglo de Oro, sino del género en su conjunto. Muchas de sus obras dramáticas posteriores, incluso, beben de estas funciones religiosas que estaban pensadas para enseñar al pueblo los conceptos más teológicos de la religión. Calderón de la Barca fue uno de los grandes dramaturgos de Autos Sacramentales y es esta obra, junto a El Gran Teatro del Mundo, las que más fama le dieron en el teatro religioso del Barroco.
La Hidalga del Valle plantea el dogma de la Pureza de María Inmaculada Concepción. Una doctrina que en la época que fue escrita la obra era rebatida con gran fuerza por la reforma luterana y que debía presentarse de forma precisa y convincente a la sociedad de aquellos tiempos. Para ello, Calderón mezcla magistralmente los ingredientes que conforman un Auto Sacramental: figuraciones, materializaciones de sentimientos (la culpa, la gracia, la alegría, el furor); personajes bíblicos (Job, David, la Virgen) y recreaciones (la naturaleza, la gracia, el amor divino) junto a personajes de la época. Todos ellos ubicados en una sencilla trama.
En este texto, la culpa encadenó en el Paraíso a la naturaleza humana. Acompañada por el furor, su sirviente, cobra un impuesto a todos los seres que habitan el mundo. A todos, menos a una hidalga que está exenta de pagar ese tributo a la culpa, ella es la Inmaculada. El Amor Divino y la Gracia, acompañados de la alegría y el placer, harán posible la excepción al pecado original, para propiciar la venida del Redentor.
La adaptación de La Hidalga del Valle que ha preparado la Compañía Corrales de Comedias está muy centrada en el texto original barroco, manteniendo su estructura en verso y sólo se ha añadido una loa como prólogo introductorio. Una forma moderna de captar la atención del público y de iniciarles en la ceremonia teatral de un Auto Sacramental, tan desconocido por el público actual.
“Sorprende que en este siglo pensemos en subir a escena un Auto Sacramental del siglo XVII pero creemos que nos encontramos ante una obra que habla de esos conceptos sociales tan universales como el amor y la culpa. Pueden verla tanto creyentes como no, porque todos van a ver lo grande que puede ser el Teatro Universal y los grandes conceptos éticos y morales de los que hablaba Calderón”, señala el director de la Compañía Corrales de Comedias de Almagro. Una interesante manera de celebrar el 63 aniversario.
