Datos contradictorios los que recoge la industria cinematográfica española en su balance de 2015. El dulce momento del cine español llegó en 2014 con el estreno de Ocho apellidos vascos. A partir de ahí, hubo un cambio de tendencia en la taquilla española y una entrada de aire fresco a un sector que estaba agonizando.
2015 fue un año de buenos datos. Pero también de malos. Desde 2005, España no ha conseguido frenar el goteo incesante del cierre de salas de cine. Según recoge el Anuario de Cine 2015 del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales, en el último año se cerraron 112 salas de cine en España.
Año 2005. España tenía en su haber un total de 4.401 salas de exhibición. Diez años después, la cifra se ha reducido un 22%, quedándose en los 3.588. Es decir, se han cerrado 813 salas en la última década. Mal presagio.
Los españoles sí quieren ir al cine
Se decía que el cine estaba muerto, que con la entrada de las nuevas tecnologías y plataformas digitales como Netflix la gente dejaría de ir al cine. Mentira. Las cifras demuestran lo contrario. En 2015, la recaudación, tanto de estrenos españoles como extranjeros, alcanzó los 575 millones de euros –un 11% más que en 2014-. Un hecho todavía lejano respecto a 2009 (671 millones), pero positivo puesto que se trata del segundo año consecutivo al alza.
Cine Proyecciones de Madrid
La recaudación aumentó, pero también el número de espectadores, concretamente un 9% más que el periodo anterior. Los cines acogieron a 96,1 millones de personas, frente a los casi 88 de 2014. De esta forma, la industria cinematográfica celebra dos años consecutivos de incrementos de público, gracias a éxitos taquilleros como Ocho apellidos vascos, Star Wars: El despertar de la fuerza o Jurassic World, entre otros muchos.
Sigue mandando Hollywood
La cuota de mercado del cine español continúa siendo positivo. En 2014 fue del 25,5% y en 2015 del 19,4%. Aunque la cifra disminuye sigue manteniéndose unos buenos datos respecto a anteriores años.
Quien sigue mandando en la taquilla española es el cine estadounidense. Su cuota de mercado es del 61%, mientras que un 35% procede del resto de la Unión Europea.
