Foto: Sotheby's.
Revolución en el mercado del arte contemporáneo. Y en las casas de subastas. Muchas de ellas anunciaron las vacaciones a finales de junio, con unas subastas atípicas pero que exhiben una mejor cara respecto al año pasado. Mientras Christie's decidió adelantar sus subastas de verano a mediados de junio, Sotheby’s esperó hasta el fin de mes para hacer las suyas.
Sotheby’s obtuvo casi 70 millones de euros en ventas de obras. De los 41 lotes subastados se vendieron todos menos dos. El más destacado fue una pieza de Andy Warhol, considerada como su primer selfie. La obra es una imagen de photobooth creada del artista. Su venta fue de 6,7 millones de euros, lejos de los casi ocho millones que se esperaba vender por él.
Sotheby’s vendió un 20% más respecto a junio de 2016, cuya subasta tuvo lugar pocos días después del brexit. Sin embargo, la cifra de venta quedó muy lejos de los datos de 2015.
ANDY WARHOL, SELF-PORTRAIT, 1964. / Sotheby`s
Tanto Warhol como Basquiat fueron los reyes de la subasta. En el caso del segundo vendió un tríptico de 1983 por 7,2 millones de euros. Una de las sorpresas de la subasta fue una pieza colaborativa entre Basquiat y Warhol. Sweet Pungent (1984) fue vendida por casi cinco millones de euros a un postor anónimo (vía telefónica).
Por su parte, Cecily Brown consiguió su mejor subasta a vender una obra suya de 1998 por 2,4 millones de euros. Todo ello en una noche de subasta tachada de “apretada y sólida”.
El director de arte contemporáneo de Sotheby’s, Alex Branczik, afirmó el buen estado de salud de la casa de subastas. “Esta casa estaba llena de arte en marzo, está llena ahora y lo estará de nuevo en octubre”, afirma Branczik.
