‘’¿Es la comedia constructiva? ¿Por qué el paso del tiempo transforma la tragedia en comedia?... “Cuando pase el tiempo nos reiremos de esto”, decía ella llorando a moco tendido. ¿Es menos profunda la comedia que la tragedia? ¿Cómo se hace reír? ¿Qué diferencia hay entre un payaso y un bufón, entre un comediante y un clown? ¿Es el sentido del humor una forma de ver la vida? ¿Y de vivirla?’’.
La comedia como terapia, esa ha sido la base de los talleres que han presentado en este ciclo el Teatro de la Abadía. Un ciclo que culmina con dos espectáculos, el primero de ellos, La Ternura, se estrena hoy. La obra de Alfredo Sanzol se trata de una comedia romántica de aventuras que reflexiona sobre la imposibilidad de evitar el daño en el amor. De una manera suave y cómica, busca reflejar como no se puede proteger padres e hijos de un daño inevitable. Plasma la ternura en sí misma como la valentía para amar en silencio.
La trama está protagonizada por una reina algo maga y sus dos hijas princesas que viajan en la Armada Invencible obligadas por Felipe II a casarse con nobles ingleses si se lograba con éxito la invasión de Inglaterra. La Reina, para evitar males mayores a sus hijas, al igual que los que ella había sufrido, decide hundir el barco en el que viajan y quedarse en una isla aparentemente desierta. Descubren que un leñador vive con sus dos hijos huyendo de la mujer de su vida. De esta forma comienzan los enredos cuando La Reina y sus hijas se ocultan vestidas de hombre.
Javier Lara, Paco Déniz y Juan Antonio Lumbreras en una escena de La Ternura
Una obra que se ha construido a través de la influencia del dramaturgo británico en Sanzol, con su humor. Los giros argumentales y las demás características de la trama de obras como Como gustéis, Mucho ruido y pocas nueces o El sueño de una noche de verano, lo cual combinaba con un taller de improvisación con los actores, haciendo que la obra fluya con facilidad en la interpretación.
Una serie de casualidades, descubrimientos, amores imposibles, miedos, y desencuentros a cargo de unos intérpretes maduros y de confianza para Sanzol como son Paco Déniz, Elena González, Natalia Hernández, Javier Lara, Juan Antonio Lumbreras y Eva Trancón. Además de una cuidada y clásica escenografía, al más puro estilo shakespiriano siguiendo con toda la influencia mítica de la obra. Sin duda, una de las citas ineludibles de este puente, para volver a la comedia clásica con toques de modernidad.
