A pesar de los rifirrafes entre la industria cinematográfica española y el actual Gobierno, el cine español presume de un estado de salud que muchos países desarían actualmente. Y es que España cuenta con una enorme ventaja, la lengua. “El cine en español tiene un petróleo: el idioma. Un idioma que hablan 559 millones de personas”, señala el director del Centro de Español Soledad Ortega Spottorno, Fernando Rodríguez Lafuente, durante la presentación del Anuario del Cine Iberoamericano.
El cine español ha ganado fuerza dentro del sector del cine iberoamericano. Para Rodríguez Lafuente, “si hay un futuro en la industria cinematográfica de los países de la región, está en la suma de todos”. Y así debe ser.
Un total de 791 películas produjo el cine iberoamericano en 2015. La cifra es similar a la de Estados Unidos, pero con una gran diferencia. EE.UU. representa el 29% de la recaudación de la taquilla mundial. Latinoamérica solo alcanza el 1%. China, por su parte, supone un 15%.
Little Boy de Alejandro Gómez Monteverde.
España, líder de Latinoamérica
¿Cuál ha sido la película con la taquilla más alta de las 791 producidas en Latinoamérica? La respuesta es española: Ocho apellidos catalanes. La segunda entrega de Ocho apellidos vascos fue la estrella de la taquilla iberoamericana.
Por otro lado, España se sitúa en segunda posición entre los 22 países iberoamericanos en cuanto a cuota de mercado con producciones propias (20%), y lidera el total de las coproducciones, con 54 películas.
El dato negativo también lo aporta España. Y es que no llena salas de cine. México es el país latinoamericano que más público consume cine iberoamericano, con dos entradas y media por persona. Por su parte, España vende menos de una entrada per capita al año.
