Quentin Tarantino es uno de esos directores con muchas intenciones cinematográficas pero que solo algunas llega a ejecutarlas. Piensa, escribe, lee y, una vez visto que una idea le convence definitivamente la lleva al cine. No es de extrañar ver cómo habla de numerosos proyectos en sus entrevistas y que luego muy pocos de ellos lleguen a ver la luz.
Esto es lo que puede pasar con su última intención expuesta. O no. El director de Tennessee pasó la semana anterior por el Festival Lumière de Lyon y dejó claro cuál es para él el mejor año que ha tenido el séptimo arte.
1970. También considerado como el año del Nuevo Hollywood. Un año que obsesiona al director de películas como Pulp Fiction, Reservoir Dogs o la reciente Los odiosos ocho. En los últimos años, Tarantino ha estudiado y analizado la revolución cinematográfica de aquel año. Sin embargo, no sabe qué hacer con toda la información obtenida: “¿Voy a escribir un libro? Puede ser. ¿Voy a hacer un podcast en seis entregas? Quizás. ¿Un documental? Tal vez. Todo está por ver".
Tarantino tiene la mirada puesta en 1970 gracias al libro Pictures Of A Revolution: Five Movies And The Birth Of The New Hollywood, de Mark Harris, considerado por el director como “el mejor libro sobre cine de la última década”.
“Es el año en que el Nuevo Hollywood nació y aprendió a sobrevivir. Si 1970 no hubiese funcionado, no tendríamos El Padrino o Chinatown”, afirmaba el cineasta americano en Lyon. Y es que 1970 fue un año de sorpresas y de cambios revolucionarios en el cine. “Había un montón de promesas sobre las posibilidades de un nuevo cine. ¿Podía Hollywood manejar tanta libertad? ¿Podría el público soportarla? La libertad parecía no tener límites. Los directos podían adaptar cualquier libro, filmar cualquier cosa. Hubo ciertas restricciones y pudo ser insostenible. Pero si me preguntas, se cumplió la promesa”, recalca Tarantino.
Sobre su próxima película, Tarantino no ha desvelado ninguna novedad. Siempre dijo que dirigiría 10 películas. Lleva ocho, le faltan dos. De sus declaraciones podemos sacar algunas conclusiones. En primer lugar, que una de ellas estaría inspirada en el ambiente setentero. En segundo y último lugar es que el cineasta siempre ha dicho que no se es director de cine western si al menos no se ha rodado tres películas. Él lleva dos. Le falta una.
