Exposición en Bilbao

Francis Bacon se arrodilla frente a Picasso y Velázquez en el Guggenheim Bilbao

Tres estudios de figuras sobre camas, 1972

Tres estudios de figuras sobre camas, 1972

Foto: Bildpunkt AG

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El museo bilbaíno exhibe la admiración y respeto que Bacon mostró sobre pintores españoles y franceses de la talla de Velázquez, Picasso, Van Gogh o Gauguin, entre otros.

“Picasso abrió la puerta a todos esos sistemas nuevos. Yo he tratado de poner mi pie en esa puerta abierta, para que no se cerrara. Picasso pertenece a ese linaje de genios del que forman parte Rembrandt, Miguel Ángel, Van Gogh y, sobre todo, Velázquez”. Esta cita del pintor Francis Bacon (1909-1992) muestra el respeto y la admiración que sentía sobre grandes artistas españoles y franceses como Pablo Picasso o Van Gogh, entre otros muchos.

 

Este respeto queda plasmado en la exposición Francis Bacon: de Picasso a Velázquez, que acoge el Museo Guggenheim de Bilbao hasta el próximo 8 de enero. En ella podremos ver cerca de 80 obras entre las que se incluye algunas de las más destacadas y menos exhibidas del pintor irlandés. En un juego de paralelismos, las pinturas se exhiben junto a la de otros maestras clásicos de las culturas francesa y española que tuvieron una gran relevancia en su carrera.

 

Tres estudios para una Crucifixión, 1962. / Guggenheim Bilbao

Bajo la influencia de Picasso y Velázquez, entre otros, Bacon llevó la pintura hasta una exhibición de la crudeza y la violencia de la realidad. En su obra, coloca al hombre frente a un espejo modificado a sus anchas. Se consideraba como un transgresor de la vida y del arte, siempre bajo las órdenes de sus maestros.

 

Bacon no escondía su fervor a la cultura francesa. Fue una energía inagotable de absorción de la literatura francesa gracias a autores como Racine, Balzac, Baudelaire y Proust, entre otros. Además, era un fan –por adaptarlo al lenguaje moderno- de artistas como Degas, Van Gogh, Gauguin, Manet o Seurat. Aunque fuera irlandés, viajó y vivió en muchas ocasiones en Francia y en Mónaco.

 

A edad temprana, conoció la Masacre de los inocentes (1628-1629) de Nicolas Poussin en Chantilly. Más tarde chocaría de lleno con el arte de Pablo Picasso, cuando visitó la exposición Cent dessins par Picasso en la galería Paul Rosenberg de París. Allí fue cuando decidió comenzar su andadura por la pintura.

 

Estudio según Velázquez, 1950. / Guggenheim Bilbao

Su relación con Francia y, concretamente, con París se intensificó con su exposición en el Museo Gran Palais de París en 1971. Ese año supuso también un año trágico por la muerte de su pareja.

 

Bacon y su obsesión por el Papa Inocencio X

 

Francis Bacon también bebió mucho de la cultura española. Su primer toma de contacto fue con la obra de Picasso de la década de los 20 y 30. Aunque su mayor obsesión con la pintura española se dio con el cuadro Papa Inocencio X que Velázquez pintó en 1650. Sobre esa pintura, Bacon llegó hacer más de 50 obras.

 

El pintor irlandés, que falleció en España, también mostró su admiración por otros pintores españoles como El Greco, Goya o Zurbarán. En el caso de Francisco de Goya, pudo admirar su obra completa pocos años antes de su fallecimiento en el Museo del Prado. Ahora somos nosotros los que podemos admirar su trabajo artístico en el Museo Guggenheim Bilbao.

 

Miguel Mirón Pérez

Miguel Mirón Pérez

Miguel Mirón Pérez es director de Ritmos 21 - Milennial Culture Information y consultor de comunicación en iDen Global.

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