Alejandro Gutiérrez Liarte

La cuarta pared

A patadas con la cuarta pared. Debemos atravesar esa fina barrera que nos separa de la pantalla y ser partícipes, en la medida de lo posible, del gran regalo que nos entrega todo aquel que dedica su vida al cine. Encontremos una nueva fórmula de interacción entre el cine, nuestra pasión, y nuestra vida.

Veterinario, jugador de rugby, y aficionado al cine y a las letras.

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El cine que vendrá tras la Feria del Libro

TAGS Feria del Libro de MadridPelículas
No voy a tratar de escribir una crítica literaria, sino algo similar a un futuro artículo de opinión acerca de una aclamada adaptación al cine, allá por el 2019.

No veo mejor oportunidad que la celebración de la Feria del Libro de Madrid para animarme a recuperar la actividad de mi blog cinéfilo. Es cierto que, en muchas ocasiones, la inspiración corre a raudales y no necesitas encontrar un motivo para escribir, pero en este caso, existe una razón, y sobradamente justificada.

 

Coincide este artículo con mi querida Feria del Libro que, un año más, bajo el sol abrasador de Madrid vuelve a celebrarse y a reunir a miles de fans y algunos curiosos del mogollón. Hay cientos de libros publicados este año, pero sin duda hay uno que está sobresaliendo por encima de casi todos, por sus críticas, ventas y sensaciones.

 

Sin embargo, no voy a tratar de escribir una crítica literaria, sino algo similar a un futuro artículo de opinión acerca de una aclamada adaptación al cine, allá por el año 2019, que sin duda se alzará con el Premio Goya al Mejor guion adaptado cuando alguien, con más billetes y talento creativo que yo, tenga la brillante idea que cabalga por mi cabeza en estos momentos.

 

Y es que en el cine es curioso como algunos objetos sencillos y frecuentemente inanimados se repiten entre diferentes filmes, cruzan sus historias, y acaban fijando una foto imborrable en nuestra retina. Este es el caso, desde mi humilde punto de vista, de un objeto tan cotidiano como odiado por un servidor como son los paraguas. Existen al menos tres paraguas que cualquier aficionado al cine recordará, y con los que ha podido disfrutar a lo largo de décadas, una y otra vez. Nuestro primer ejemplar, el que ocupa el puesto número 1 en el salón de la fama, es sin duda el paraguas de Gene Kelly, el más inútil del mundo, que sirvió para que el protagonista de Cantando bajo la lluvia entrara de lleno en el olimpo de las escenas inolvidables empapándose hasta los huesos de aquella lluvia, que luego nos contaron que era leche. El segundo famoso del día es un sencillo paraguas amarillo, que perdido por Manhattan, de bar en bar y de casa en casa, guiaba a nuestro adorado Ted Mosby mientras nos contaba Cómo conocí a vuestra madre (la de sus hijos, no la vuestra). La presencia de este objeto de manera sutil durante capítulos y capítulos, enlazando finalmente la historia de una de nuestras series favoritas es, como poco, emocionante. Mi tercer paraguas son varios en realidad, que en medio de la noche, y Camino a Perdición, son tiroteados por Tom Hanks bajo el diluvio de una noche negra, preludio de la desaparición para siempre de la pantalla de la leyenda de los ojos azules, Paul Newman.

 

Tras este breve repaso cinematográfico sobre la historia del paraguas, es hora de hablar de uno que aún no ha sido dibujado en un negativo, el que triunfará en 2019 en nuestro cine. Éste no es otro que el paraguas que se deja el Txato el día que, camino al trabajo, es tiroteado en la puerta de su casa. Algunos considerarán que acabo de destriparles este fantástico libro, pero basta con leer la reseña de la contraportada de Patria, de Fernando Aramburu, para conocer los detalles que me he aventurado a adelantar. Y es que estoy seguro de que este libro, esta obra de arte de la literatura moderna, acabará haciéndose hueco en la gran pantalla dejándonos un metraje inolvidable. La plasticidad que otorga a las palabras el gran Aramburu durante las 600 páginas largas sobre las que navega el lector son, sin ningún tipo de dudas, un lienzo perfecto para dibujar una película que marcará una época. La profundidad de los personajes que traza el autor, son casi más propios de una serie cinematográfica de 12 temporadas que de una película de 90 minutos. La complejidad y profundidad extrema de todos ellos, de sus almas, sus miedos y sus penas inundan de sentimientos y de emociones a un lector que devora las letras como también arramplará con la pantalla. Cada uno de los papeles trazados en la adaptación, y bordados por nuestros Blanca Portillo, Karra Elejalde, María Valverde, Juan Diego, o Sergi López van a encumbrar al valiente realizador que se haga con esta historia que llegará a todas las casas a través de las pantallas.



Es prácticamente imperativo que el cine nos traiga la ficción pero también la verdad a nuestras vidas, nos ilumine y nos abrace. Ojalá alguien con más posibles y más talento que el que redacta pueda ser capaz de, aunando todas las emociones que desborda nuestro séptimo arte, traernos esta inolvidable historia de amor, de perdón, y de convivencia que a tantos ha conquistado ya.

 

Coged el paraguas, quizás algún día llueva en el Retiro de Madrid, ya apura la Feria del Libro.