El paso del tiempo y la incapacidad para frenarlo. Es una de las mayores obsesiones del ser humano, que lo única que queda de su pasado está en los recuerdos. En la memoria. En el texto Tiempo de Ruinas, la escritora Rosa Olivares señala que “la diferencia entre la ruina y el escombro es la memoria”. La fotógrafa madrileña Pilar Pequeño centra su trabajo en la poética de este concepto.
Al igual que antropólogo Marc Augé, Pequeño considera que la ruina no representa un pasado, sino la suma de múltiples pasados acumulados que unidos por la acción de la naturaleza y captados en un momento por la mirada, nos muestran un tiempo diferente. Ahora, el trabajo de la fotógrafa aparece recogido en un volumen titulado Huellas.
"Huellas es un relato visual sobre la poética del paso del tiempo. En él confluyen avatares de dos recorridos. Dos escenarios que se funden en una única narración íntima y personal. Un profundo y conmovedor diálogo con dos edificios que van muriendo lentamente", afirma María Teresa Gutiérrez Barranco en el texto La poética de la luz.
Serie Mar Menor. / Pilar Pequeño
Estos edificios, situados uno en Galicia, en la zona de bajo Miño y el otro en el Mar Menor, cuyas ruinas, tras pasar por el objetivo y la sensibilidad de la artista, vuelven a la vida y desvelan su historia y la de los sueños que albergaron.
Huellas y memorias
Pilar Pequeño construye en Huellas un relato de memorias, no solo de los espacios sino también de la intimidad de sus propias vivencias y recuerdos, a través de esta serie de imágenes en blanco y negro y color, tomadas entre los años 2000 y 2016, en estos dos espacios tan diferentes. Espacios con arquitectura muy distinta en zonas climáticas prácticamente opuestas, con diferente luz y vegetación, pero que la fotógrafa consigue vincular a través de sus imágenes y sus propia memoria.
El origen del proyecto se encuentra en una serie de imágenes que Pequeño tomó de las ruinas del Hotel Balneario de Mondariz en 1997.
Serie Baixo Miño. / Pilar Pequeño.
La obra está estructurada en dos partes que corresponden a cada uno de los escenarios. Mar Menor retrata una casa con la que Pilar Pequeño descubre en sus paseos por la costa mediterránea y que comienza a fotografiar en blanco y negro en el año 2000. Vuelve a retratarla en color en 2016, ofreciendo al espectador imágenes en colores tierra que se dan la mano con la rotunda luz del Mediterráneo.
Baixo Miño recoge fotografías tomadas por Pilar Pequeño a partir de 2003 en un edificio que, lejos de ser anónimo para la fotógrafa, está íntimamente relacionado con sus recuerdos de infancia. Antiguo colegio, convertido después en campo de concentración, este edificio fue el colegio de su padre en sus primeros años y se situaba a escasa distancia de la casa familiar en la que Pilar pasaba los veranos en su infancia y adolescencia. De nuevo contamos en esta sección con una serie de imágenes en blanco y negro y en color, separadas por una década, si bien en esta serie nos encontramos con un uso del color que juega con los tonos azules y grises, resaltando una naturaleza y vegetaciones atlánticas, radicalmente opuestas a las que encontramos en Mar Menor.