Una copia, un usuario

Las bibliotecas también prestarán libros electrónicos

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Se aplicará el mismo método que el libro en papel: una copia, un usuario.

Si los hábitos y las costumbres de las personas viven en una continua transformación, ¿por qué no también aquellos servicios y bienes que consumimos? Esto es lo que está sucediendo de forma acentuada en los últimos años con el desarrollo de las nuevas tecnologías. Los CDs desaparecen y los DVDs también. Incluso ya no escuchamos música descargada, sino en streaming.

 

En la industria del libro también ocurre lo mismo. Tanto las librerías como las bibliotecas también tienen que adaptarse a los nuevos hábitos de consumo para sobrevivir. En el caso de las últimas, esta transformación se llevara a cabo. Las bibliotecas europeas, hasta la fecha sin ninguna regulación concisa y existente, comenzarán a prestar libros electrónicos.

 

Para Maciej Szpunar, abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), hay que equiparar el préstamo de libros electrónicos en las bibliotecas públicas con el formato tradicional conocido, los libros en papel, en temas como la protección de los derechos de autor. Hace tan solo unas semanas una sentencia confirmó las intenciones de Szpunar.

 

Reducir diferencias pero con distinto IVA

Hasta ahora, existía una ley de derechos de autor que impidía la elección de los libros electrónicos que pueden ser prestados a los consumidores. Esto afectaba a la flexibilidad de las bibliotecas europeas al llegar acuerdos por separado con editoriales y autores. Un concreto es el de Reino Unido, donde la oferta de ebooks en las bibliotecas públicas es tan solo un 1% de los préstamos totales.

 

Pero, tras la sentencia del TJUE, las bibliotecas europeas usarán las mismas reglas tanto para los préstamos de libros en papel como los electrónicos. Se utilizará el mismo método tradicional: una copia, un usuario. Es decir, si un usuario de una biblioteca adquiere Travesuras de la niña mala de Mario Vargas Llosa en formato ebook, ese libro dejará de estar disponible en el servidor de la biblioteca hasta que no lo “devuelva” el usuario o el periodo de préstamo caduque (generalmente suele ser un mes). A partir de entonces, ya lo podrá adquirir otro usuario. Además, los préstamos de libros electrónicos cumplirán la misma regulación de derechos de autor que los libros en papel.

 

Paradójicamente, en el caso español, el libro electrónico y el impreso no gozan de la misma tasa impositiva. Mientras que el libro tradicional tiene un IVA del 4%, el electrónico tiene que tributar al 21%. "No es justo que el libro físico tenga un IVA del 4% y el electrónico del 21%", afirma Juancho Pons, presidente de CEGAL, en una entrevista para Ritmos 21. “Un libro es un libro” aclara Pons. Pero eso ya depende del Gobierno de España.

Miguel Mirón Pérez

Miguel Mirón Pérez

Miguel Mirón Pérez es director de Ritmos 21 - Milennial Culture Information y consultor de comunicación en iDen Global.

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