Ángela P.

El ambigú

El ambigú es la colaboración de Ángela P. en Ritmos 21. Un lugar al que ir en los entreactos. Una pequeña muestra de su visión personal sobre los temas más variopintos.

Ángela escribe el blog Pero qué broma es ésta. Lectora voraz, es autora del libro Relatos al ácido. Aficionada al teatro, al cine y a la música, a veces se calza las zapatillas de correr para compensar sus excesos gastronómicos.

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Versión 2017

Cinco libros que me compraría en la Feria del Libro (si no los hubiera leído ya)

Foto: Feria del Libro de Madrid.

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Un año más (convirtámoslo en tradición), me permito sugerirles los cinco libros que compraría en la Feria del Libro (si no los hubiera leído ya).

Desde el pasado 26 de mayo y hasta el 11 de junio, se celebra la Feria del Libro de Madrid: el acontecimiento más esperado para los bibliófilos que no temen al calor ni a las aglomeraciones. Una ocasión excelente para hacer acopio de libros para este verano. Un año más, me permito sugerirles los cinco que yo compraría (si no los hubiera leído ya).

 

Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides

 

"−¿Qué haces aquí, guapa? Si todavía no tienes edad para saber lo mala que es la vida…

Fue entonces cuando Cecilia dijo en voz alta lo que habría podido considerarse su nota póstuma, aunque en este caso totalmente inútil puesto que seguía con vida.

−Está muy claro, doctor, que usted nunca ha sido una niña de trece años −dijo".

 

Los que me conocen (y los que me leen) saben bien que mi amor por Eugenides es grande e, indiciariamente, incondicional. Tras leer La trama nupcial y Middlesex, tenía pendiente Las vírgenes suicidas, primera novela de mi idolatrado Jeffrey. Había visto, años ha, la película de Sofia Coppola, pero la había olvidado por completo.

 

El libro trata de la historia del suicidio de las misteriosas hermanas Lisbon, contado desde la perspectiva de los chicos del barrio, y contiene maravillas como esta:

 

"Dentro conocimos a chicas a las que nunca se les había ocurrido quitarse la vida. Les servimos bebidas bailamos con ellas hasta que ya no se tuvieron en pie y después las sacamos a la terraza cubierta. Perdieron los zapatos de tacón alto por el camino, nos besaron en la húmeda oscuridad y después se escabulleron y huyeron corriendo a vomitar recatadamente entre los arbustos.

 

Mientras lo hacían, algunos de nosotros les sosteníamos la cabeza, luego dejábamos que se enjuagasen la boca con cerveza y seguidamente las volvíamos a besar. Las chicas estaban monstruosas con sus vestidos de ceremonia, confeccionados sobre jaulas de alambre. En lo alto de la cabeza tenían sujetas libras de cabello. Borrachas, besándonos o medio derribadas e las sillas, su destino era la universidad, el marido, el cuidado de los hijos, la infelicidad atisbada confusamente. En otras palabras: Su destino era la vida".

 

Eugenides nos transmite la turbación y la fascinación que las hermanas provocan en los muchachos; sus fantasías y elucubraciones acerca de cómo serán sus vidas y sus intentos por entenderlas. Su deseo de rescatarlas y la confusión que les produce su suicidio.

 

Un libro tierno, a pesar del tema, con un trasfondo filosófico y que invita a la reflexión.

 

Vestido de novia, de Pierre Lemaitre

 



"Aquella mañana, como tantas otras, se despertó llorando y con un nudo en la garganta, aunque no tenía ninguna preocupación concreta. En su vida, el llanto no es nada excepcional: las lágrimas la acompañan todas las noches desde que está loca".

 

Cada lector tiene sus manías y a mí me gusta leer novela negra en verano. Resulta automático: es llegar los primeros calores y lanzarme a degüello sobre cualquier serie de novela policiaca. Desde Los Cinco, pasando por Agatha Christie, Stieg Larsson, Läckberg y demás suecos, hasta llegar al oscuro Charlie Bird Parker de John Connolly, mis veranos han estado llenos, históricamente, de misterios cada año más truculentos. Tal y como a otros les da por comer helados o aficionarse al tinto de verano durante los meses estivales, yo soy una consumidora, ansiosa e irredenta, de novela policiaca y de misterio. Mis lecturas veraniegas son, en gran parte, una sucesión de crímenes macabros; cuantos más detalles escabrosos, mejor.

 

Por eso, ha sido una auténtica bendición descubrir a Pierre Lemaitre y su serie policiaca Verhoeven. De momento, he leído Irène y devorado, en apenas dos días, Alex.

 

Sin embargo, hoy quiero recomendarles un libro que no pertenece a la serie: Vestido de novia. Inquietante, brutal por momentos, combina el misterio con el tema de la salud mental, y eso suele resultar apasionante. Les aseguro que, si lo toleran, no podrán dejar de leer.

 

Subsuelo, de Marcelo Luján

 

"Tarda unos segundos el cerebro humano en entender ciertas atrocidades. A veces más. A veces no termina nunca de aceptarlas y se queda congelado, tieso en un misterioso e inamovible punto".

 

Parece que tengo una obsesión con la novela negra, lo que sería perfectamente coherente con lo que acabo de contar sobre los efectos que produce el verano sobre mis apetencias lectoras. Sin embargo, he de precisar que leí Subsuelo durante las vacaciones de Semana Santa y que hacía tiempo que no leía una novela tan negra y de tanta calidad. Y esa sensación no se debió sólo a lo lejos que quedaba el verano anterior.

 

Subsuelo atrapa y es perturbadora. Les recomiendo que dispongan de un par de días para “asuntos propios”, puesto que no podrán parar de leer. Tenebrosa y absolutamente adictiva, destaca especialmente la atmósfera creada, totalmente asfixiante.

 

En esta novela hay muerte, pero no se trata de una novela policiaca. Hay rencor, tortura, venganza y, a ratos, pocos, se atisba el amor. Hay tragedia e insatisfacción. Teléfonos móviles, mensajes y grabaciones comprometidas. Y, además, transcurre en verano. ¿Qué más se puede pedir?

 

Tú no eres como otras madres, de Angelika Schrobsdorff

 

"A veces deseo ser como mamá, que nunca tiene esa sensación de perderse algo, sensación que yo tengo tan a menudo y de forma tan dolorosa".

 

Uno de los fenómenos literarios del 2016 y que se mantiene fuerte, ya mediado el 2017. Cuenta la historia real de Else, la madre de la autora, Angelika Schrobdsorff. Una mujer atractiva y vitalista, de familia judía, que decide abandonar la casa de sus tradicionales padres por amor, se sumerge de lleno en los “locos años veinte” de Berlín, dedicándose a las fiestas, la cultura y el amor libre y experimenta, finalmente, la locura y el horror del nazismo y el exilio. Una fuerza de la naturaleza, un carácter avasallador, una vida intensa. Nos habla también del amor de una madre por sus hijos y de sentimientos profundos como el rencor o el cargo de conciencia. Una gran elección lectora, sin duda.

 

Patria, de Fernando Aramburu

 

"Que es exactamente lo que mi madre no desea: que su sufrimiento y el de sus hijos le sirva de material a un escritor para que componga su libro o al director de cine para que ruede su película, y los aplaudan después, y ganen premios, mientras nosotros seguimos con nuestra tragedia a cuestas".

 

Para muchos, el libro del 2016, Aramburu nos cuenta, en esta novela coral, la historia de dos familias, la historia de un pueblo, enfrentados a causa de la banda terrorista ETA. Una lectura imprescindible que ahonda en los sentimientos de las víctimas y los verdugos; que cuenta las historias propias de los personajes, entretejidas entre sí, desde cada uno de los puntos de vista. Para llegar a una certeza final: que nada de eso mereció la pena.

 

Como digo, una lectura indispensable que se hace casi de un tirón, sin necesidad de proponérselo especialmente y sin brusquedades. Una recomendación que muchos les habrán hecho ya, y con toda la razón del mundo.

 

Les deseo que disfruten de lo que queda de Feria y, tal y como recuerdan desde la propia organización, la Feria cierra, pero las librerías y las bibliotecas permanecen abiertas todo el año.

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