En Amersfoort (Holanda)

Los emojis dan el salto a la arquitectura

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Una nueva forma de decorar fachadas de edificios llega de la mano de Changiz Tehrani, arquitecto holandés que ha decidido plasmar 22 emojis de Whatsapp en un edificio.

No es la primera vez que nos planteamos qué expresan los edificios. Los hay que transmiten tristeza, alegría o sorpresa, bien sea por su fachada o por su estructura. Esta vez la expresión ha llegado al lenguaje del siglo XXI: los emojis. Un edificio situado en la Plein Rond de Eik de Amersfoort, localidad a 50 kilómetros de Ámsterdam, recoge en su fachada las expresiones más utilizadas por todos nosotros en Whatsapp, Facebook o cualquier otra red social como símbolo de la contemporaneidad. La misma forma que se representaba a los monarcas o gárgolas en la Edad Media.

 

Los emojis, construidos a partir de una impresora 3D, son rellenados con cemento blanco y colocados en distintos lugares de la fachada del edificio. Por ello, este edificio pasa de tener una única expresión a tener 22. Al arquitecto de origen iraní, Changiz Tehrani, le encargaron el proyecto tanto de este bloque como de todo el área colindante. En 2013 se decidió decorar con unas franjas blancas en las que Tehrani decidió integrar los emojis. 

Visión del edificio situado en la Plein Rond de Eik de Amersfoort

"No veo la arquitectura como algo estático que solo deba rendir homenaje a lo clásico. Creo que debe transmitir la esencia de cada momento", afirma Tehrani, que señala que algo como los emojis y sus emociones, sirven además como emblema de la contemporaneidad. Sin embargo, el arquitecto ha tomado como referencia unas ornamentaciones muy clásicas. Concretamente, se inspiró en el edificio cercano llamado La casa de las cabezas donde se sitúan seis bustos de dioses griegos. En este caso, los emojis se han distribuido por la cara norte del edificio en filas de cinco iconos, además de una fila ascendente hacia la torre donde se sitúa el reloj. 

 

Un edificio que acoge pisos de estudiantes y locales comerciales y se sitúa cercano a un colegio. Para Tehrani esto sirve para que los jóvenes puedan ver en "tres dimensiones lo que están acostumbrados a ver en dos", sin embargo, recalca la universalidad de este lenguaje intergeneracional y universal, que se comprende en todos los países. También permite la interacción, según el arquitecto, ya que los jóvenes se sientan en la plaza a hacer fotografías a los emojis y posteriormente compartirlo en redes sociales. 

El arquitecto ha recopilado los 22 emojis más utilizados, como esta cara enamorada.

"Alcanzar la inmortalidad arquitectónica es casi imposible, por lo que es mejor abrazar algo contemporáneo", así responde Tehrani a las críticas que ha suscitado su decoración. Busca ser una especie de símbolo de nuestro tiempo y que dentro de unos años, al igual que ocurría en la antigüedad, se pueda datar a al construcción por los propios emojis. Ante la posibilidad de desaparición de estos símbolos, el arquitecto recalca la importancia de la actualidad, el momento en el que el edificio ha sido construido y su posterior repercusión. Lo mismo que ha sucedido con otro edificio aledaño al decorado con emojis, un edificio decorado con los característicos emoticonos del Nokia, que no ha tenido tanta repercusión.

 

Al igual que diversas corrientes artísticas de la Edad Moderna y Media, la contemporaneidad parece que ha dejado apartada la importancia por la forma como por el mensaje. Esta vez un mensaje de Whatsapp, lleno de emojis y emociones que permanecerán como símbolo de una generación. 

Marina Prats

Marina Prats

Marina Prats es periodista y experta en comunicación cultural.

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