En un país como España, con una gran variedad de instituciones culturales, parece que los museos solo pueden llegar a un techo de visitantes españoles que frecuentan las visitas a éstos. Cada año, los datos de espectadores varían levemente, principalmente por el factor turístico. No obstante, las grandes instituciones españolas –como el Museo del Prado o el Reina Sofía- no superan los tres millones de visitantes al año.
Primer objetivo: cambiar la idea tradicional que se tiene de los museos. Así, en los últimos años, la programación de los museos se han diversificado considerablemente. Las exposiciones ya no son la única oferta cultural, sino que se ha abierto a otras disciplinas como la música, escritura, talleres o ciclos de cine, entre otros muchos. Segundo objetivo: dinamizar las exposiciones para la atracción de otro tipo de público. Estos dos retos son a los que se enfrentan los profesionales de las instituciones culturales, mediante la llamada “socialización de los museos”.
El Museo Thyssen ha sido uno de los pioneros de esta “socialización”. Para ello, se han puesto manos a la obra en factores como la accesibilidad arquitectónica, los programas culturales y en las distintas actividades que se realizan en línea con la programación expositiva, con el reto de que “los museos sean lugares cercanos”.
Foto: Museo del Prado
Ana Moreno, jefa del Área de Educación del Museo Thyssen, señala que cualquier persona interesada en el arte, aunque carezca de conocimientos artísticos, puede visitar las exposiciones del museo. La intención no es ir al museo ya formado, sino que el espectador pueda “contarnos lo que está viendo, asociarlo a su propia biografía y aportar algo a la obra”.
El problema es que muchas exposiciones, de una calidad altísima, no consiguen atraer el público esperado. Según Moreno, las muestras que siguen atrayendo a un mayor número de espectadores son aquellas que tienen “como reclamo grandes nombres de la historia del arte”. No obstante, el museo está llevando a cabo otro tipo de proyectos que no tienen un gran reclamo de público pero que “tienen mayor calado en cuanto a conocimiento y que puedan significar otra experiencia para el público”.
Museos y redes sociales
Las redes sociales son una buena herramienta para atraer a más público a los museos a través de la difusión del programa cultural. Un estudio, realizado por Socialwin, lanza la siguiente cuestión: ¿saben explotar los museos españoles las redes sociales? El informe concluía el enorme esfuerzo que estaban haciendo las instituciones culturales por adaptarse a las nuevas tecnologías, pero que todavía tenían mucho recorrido por delante.
Foto: Museo Thyssen.
En dicho estudio se analiza el provecho que sacan los museos en la nueva era tecnológica. Lógicamente cabe pensar que aquellos cuya fama es mayor tiene un mayor número de seguidores. Sin embargo, este estudio presenta museos de tamaño menor pero con un público más fiel que los más importantes.
De las conclusiones que se extraen de los datos del informe observamos que la cuota de audiencia total en Facebook es muy superior a la de Twitter: un 63% frente a un 37%. No obstante, el grado de engagement (fidelización) es mayor en Twitter (31%) que en Facebook (16%). Por tanto, se llega a la conclusión final de que, a pesar de que Facebook tiene un mayor número de followers, la red de microblogging tiene un público más fiel.
