Hasta el 23 de octubre de 2007, la lengua de signos española no estaba reconocida. Algo prácticamente inimaginable hoy en día, pero que se considera uno de los paradigmas más recientes de la historia lingüística nacional. Se trata, a pesar de la tardanza en su reconocimiento, de una de las lenguas más antiguas con 500 años de historia a sus espaldas. Por esta razón, la Biblioteca Nacional de España ha querido realizar un pequeño homenaje a estos 10 años de historia reconocida en colaboración con la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) a través de la exposición Manos con voz propia. Quinientos años de la lengua de signos.
La muestra estará abierta al público del 4 de julio al 1 de octubre sin embargo, se presentará el próximo 14 de junio con motivo del Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas y el aniversario de promulgación de la Ley 27/2007 por la que se reconocen la lengua de signos española y catalana. La exposición repasa los más de cuatro siglos de historia de la lengua de signos. Un recorrido histórico que comienza con el primer manuscrito conservado sobre los intentos de educación de las personas sordas. También se incluyen documentos legales como el Tratado legal sobre los mudos de Laso, de 1550. Un estudio cronológico que busca contextualizar mediante grabados, gacetas o fotografías, la lengua que ha pasado siglos sin ser reconocida legalmente.
La exposición busca profundizar en el proceso pedagógico y educativo de la lengua. Repasa los principales sistemas de enseñanza de la lengua de signos, algunos aspectos de la historia de los colegios de sordos en España, así como las novedades pedagógicas surgidas en los siglos XX y XXI. Todo ello, principalmente mediante material bibliográfico procedente de la Biblioteca, pero también de otras instituciones como como el Museo del Prado, el Instituto Valencia de Don Juan, o la propia CNSE.
La lengua en manos de toda la familia
Con una fuerte vocación didáctica, dentro del marco de la exposición se llevará a cabo un taller en los meses de julio y septiembre dirigido a los menores entre 6 y 12 años. Una actividad que permitirá que los niños se inicien en el aprendizaje del abecedario en lenguaje de signos para posteriormente dibujar siluetas de las manos y poder representar así sus nombres en Pop Up.
Con la finalidad de sensibilizar a los más pequeños de la familia, ellos mismos experimentarán las dificultades de no poder oír, contando también con un vídeo ilustrativo en el que dibujarán las manos y elegirán las letras-nombres para escribir sus nombres en un libro acordeón o un libro túnel.
Tras siglos de olvido, se rinde un pequeño homenaje a esta lengua tan reconocida por la mayoría de la población y, sin embargo, tan poco estudiada y comprendida por las personas no sordas. 500 años son muchos años y más si sobre el papel solo son 10.
