Ángela P.

El ambigú

El ambigú es la colaboración de Ángela P. en Ritmos 21. Un lugar al que ir en los entreactos. Una pequeña muestra de su visión personal sobre los temas más variopintos.

Ángela escribe el blog Pero qué broma es ésta. Lectora voraz, es autora del libro Relatos al ácido. Aficionada al teatro, al cine y a la música, a veces se calza las zapatillas de correr para compensar sus excesos gastronómicos.

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Cinco libros que me compraría en la Feria del Libro (si no los hubiera leído ya)

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Con motivo de la Feria del Libro en Madrid, me permito sugerirles los cinco libros que yo compraría (si no los hubiera leído ya).

Estos días se celebra en Madrid la Feria del Libro; la ocasión perfecta para pasear por El Retiro, ojear los libros en las casetas, hacer una prudente parada en una terracita para disfrutar de una cerveza bien fría (el calor no perdona) y ponerse al día de las últimas novedades editoriales.

 

Sin embargo, a los que no les importe no “estar a la última”, me permito sugerirles algunos que han sido importantes para mí. Los cinco libros que yo compraría en la Feria del Libro.

 

1.     Irse a Madrid, de Manuel Jabois

 

 

"Se pueden ser muchas cosas en la vida y yo he sido unas cuantas, todas ellas discretas, pintorescas y municipales, como jurado de un concurso de tortilla de patatas en el Instituto de Hostelería Carlos Oroza. Con lo que no había contado nunca es con ser punto del orden del día. Esa ambición la tenía yo aparcada".

 

Manuel Jabois, era ese chiquito de provincias que al final se terminó viniendo a Madrid ("A veces pienso que en Madrid no deben de tener otra cosa que hacer que esperarme a mí"). Sin embargo, ahora es uno de los primeros espadas de esa nueva generación de periodistas y articulistas (Jorge Bustos, David Gistau, Hughes…) sin complejos y a los que merece muchísimo la pena leer.

 

Jabois habla mucho de él, con humor e ironía, en sus artículos de opinión; y reserva una mirada objetiva, aséptica, ajena, sin contaminar, para sus reportajes y entrevistas. Su último libro, Nos vemos en esta vida o en la otra, cuenta la historia del único menor implicado en el 11-M (y ya adelanto que está en mi lista de deseos para esta Feria del Libro).

 

Irse a Madrid es un recopilatorio de artículos descacharrantes y estuvo entre las mejores cosas de mi año 2013 (que, he de decir, mejoró ostensiblemente a partir del último cuarto). Entre mis favoritos, Un despido procedente, Una tertulia en la cárcel, Tuneo y el que cito, El orden del día.

 

Reírse de uno mismo y no tomarse demasiado en serio, que es una cosa muy sana. Si quieren empezar con buen pie el mes de junio, ni lo duden.

 

2.     Bella del Señor, de Albert Cohen

 

"Hembra, como hembra te trataré, y despreciablemente te seduciré como mereces y deseas. Cuando volvamos a vernos, lo que no tardará en ocurrir, en dos horas te seduciré empleando los métodos que les gustan a todas, los sucios, sucios métodos, y caerás en grande y estúpido amor, y así vengaré a los viejos y a los feos, y a todos los ingenuos que no saben seduciros, ¡y te marcharás conmigo, extasiada y con ojos de carnero degollado! ¡Entretanto, quédate con tu Deume hasta que me digne silbarte como a una perra!"

 

Es imposible leer este libro y no enamorarse del protagonista, Solal, un judío que ocupa un alto cargo en la Sociedad de Naciones. Yo a Solal me lo imagino un poco como Alain Delon pero poniendo menos caritas.

 

Tragicómico, relata las diferentes fases del amor y las tretas para mantenerlo vivo desde un pesimismo radical no exento de humor. No recomendable para corazones sensibles, románticos empedernidos y enamorados recientes.

 

En realidad, todo el mundo debería leerlo.

 

3.     El libro de las ilusiones, de Paul Auster

 

“Eso mitigaba bastante mi capacidad de sentir, pero al mismo tiempo me privaba de toda sensación de futuro, y cuando alguien no espera nada, más le valdría estar muerto".

 

Tuve una época muy de Paul Auster que inauguré con Brooklyn Follies. Sin embargo, mi preferido es El libro de las ilusiones. Cuenta la historia de un pobre hombre que acaba de perder a su mujer y a su hijo en un accidente y está totalmente destrozado. Una noche, varios meses después, viendo la televisión, se ríe por primera vez desde entonces. El artífice es un actor medio desconocido de cine mudo desaparecido hace sesenta años y con el que se obsesiona.

 

Siempre pienso en El libro de las ilusiones como uno de mis libros favoritos de todos los tiempos. Aunque reconozco que no es trepidante. Un poco de paciencia.

 

4.     Alta fidelidad, de Nick Hornby

 

“Agua pasada no mueve molino, y el pasado puede irse, por mí, con viento fresco; la infelicidad sólo era algo de veras importante en aquel entonces. Ahora no es más que una pesadez, un inconveniente parecido a tener la gripe o estar sin blanca. Si de verdad quisiste dejarme hecho polvo, tendrías que haberme conocido mucho antes".

 

Nick Hornby escribe unos libros divertidísimos que le devuelven a uno la fe en la humanidad. En picado, Cómo ser buenos o Un gran chico son, todos ellos, excelentes opciones, pero Alta fidelidad se disputa con Juliet, desnuda, el prestigioso título de “mi libro favorito de Nick Hornby”.

 

Lean primero el libro y después (y sólo después) pueden ver la película (protagonizada por John Cusack, ovación cerrada). Amor, celos, infidelidades, ex novias y mucha, mucha música. Una historia de esperanza como le gustan a Hornby. No se arrepentirán.

 

5.     La posibilidad de una isla, de Michel Houellebecq

 

"Y el amor, en el que todo es fácil,

Donde todo se da al instante:

Existe en mitad del tiempo

La posibilidad de una isla".

 

Obviando el morboso e inevitable atractivo que supondrá el que yo diga aquí que Plataforma es el libro con más sexo explícito que he leído en mi vida y que puede que, debido a eso (no quiero aventurar teorías) lo leyera en un día, vengo a recomendar otro de Houellebecq: La posibilidad de una isla.

 

A Michel Houellebecq, enfant terrible de la literatura francesa, o se le odia o se le lee de una forma adicta y arrebatada, a veces un poco escandalizada; y yo hace varios años ya que escogí la segunda opción. Su último libro, Sumisión, es una novela de ficción política que generó muchísima polémica.

 

Houellebecq, no voy a mentirles, es deliberadamente provocador, caústico, misógino y en ocasiones fatalista. Pero muy en el fondo se atisba el deseo de que exista el amor, de que exista dios, de que exista algo en lo que creer.

 

Y cada vez parece más cercano lo que imagina en La posibilidad de una isla: La inmortalidad a través de la clonación y la inteligencia artificial. Este libro revuelve por dentro.

 

 

Queridos amigos, espero que los disfruten. Ya me contarán.

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