Reportaje

La Belle Époque del sexo español

Los años 50 significaron para España el inicio de su apertura internacional, con las primeras ayudas del Plan Marshall y la llegada de los primeros turistas, y también fue la época en que la cinematografía española se empezó a relajar, con películas cargadas con un erotismo suave como el de "El último cuplé".
Las mujeres no siempre han aportado un papel desinhibido y descarado como se pueden observar en los largometrajes de hoy en día en España. El pecho, el trasero o su vagina ya no son partes censurables, ya que el lenguaje directo con contenidos sexuales arremete en nuestros tímpanos como lanzas sin ningún rumbo, provocando en su mayoría una ligera sonrisa al darnos cuenta de su contenido fuera de tono. Algunos lo calificarán de natural, otros de obsceno, pero para que este debate pueda darse ha sido necesario esperar 40 años de cine y evolución sociológica. ¿Por qué tanto tiempo para expresar la naturalidad femenina? A continuación se van a exponer los diferentes acontecimientos que sucedieron en España para que por fin pudiésemos observar el famoso seno de Paz Vega en la película “Lucía y el sexo”.
 

La señora de la casa al servicio de su marido

 
Portada de la película "Lucía y el sexo" de Julio Medem
Para empezar, se analizará el papel de las féminas en una sociedad española, que en 1936 eran fruto de la más pura reclusión, sumisión y ausencia de autonomía sexual era el correlato para las mujeres, que o no debían gozar del derecho al placer –las esposas, madres, solteras y monjas-, o si lo hacían es porque eran prostitutas –simbólicas o reales, al servicio de la figura del patriarca.  Además, era  totalmente impensable que dos señoras mantuviesen relaciones sexuales, ya que directamente era un nubarrón negro con carencia de identidad en la sociedad post-franquista: nadie podía imaginarse que dos amigas del brazo podían llegar a tener una relación, y hasta podían desarrollar estrategias relacionadas con amigos gays, como falsos matrimonios o la concesión de apellidos a hijos. Todo esto se vio reflejado en la etapa franquista del cine español.
 

Películas con personajes casi asexuados


Tras la guerra civil, España se convirtió en un terreno abonado para el resurgimiento de todo tipo de frustraciones sexuales muy relacionadas con la represión de tipo moral que la Iglesia Católica ejercía sobre la ciudadanía y sobre toda forma de expresión artística. Aunque este tipo de represión institucional de la sexualidad es habitual en muchos países, es evidente que durante la dictadura esta llegó a cotas muy elevadas y fue unida a la utilización de los medios de comunicación para la difusión de los principios ideológicos y los valores del régimen.

En estos primeros años, los filmes se alejan de toda referencia al sexo y los personajes, tanto hombres como mujeres, se muestran como seres casi asexuados, entregados a otros cometidos más nobles o más necesarios.

La mujer, de cara angelical y mirada inocente, se muestra entregada por entero a la defensa de los "valores españoles" - la familia, la patria y la fe -, a veces simplemente como comparsa del "hombre español" -varonil, valiente, honorable- y otras veces dueña de su propio destino pero dispuesta a sacrificarse por España.
 

Empieza el erotismo suave con Sara Montiel


Los años 50 significaron para España el inicio de su apertura internacional, con las primeras ayudas del Plan Marshall y la llegada de los primeros turistas, y también fue la época en que la cinematografía española se empezó a relajar, con películas cargadas con un erotismo suave como el de "El último cuplé", en la que una Sara Montiel maquillada y con vestidos escotados se mostró consciente de su sexualidad y se convirtió en uno de los primeros mitos eróticos del país.
Sara Montiel en una escena de la película "El último cuplé"
Posteriormente, durante los años sesenta y principios de los setenta,  la apertura al turismo internacional y los amagos de modernización social del propio régimen llevaron a una oleada de producciones en las que el sexo va incorporándose poco a poco a los argumentos cinematográficos, aunque siempre desde un punto de vista negativo -como parte de actitudes recriminables como la infidelidad conyugal- y siempre asociado a elementos foráneos, como las extranjeras que poblaban las playas con sus bikinis.

Las primeras películas de este tipo fueron comedias intrascendentes y normalmente de baja calidad en las que los hombres engañaban a sus santas esposas con mujeres de mala vida. Un tipo de argumento que luego se perpetuaría, con una mayor carnalidad, en los filmes del destape. No obstante, posteriormente empezaron a aparecer cineastas críticos con el régimen que utilizaban la sexualidad y los traumas derivados de la represión sexual como una manera de criticar indirectamente el gobierno y la moral católica.
 

La etapa dorada del “Destape”


Después del fin de la dictadura se produjeron dos movimientos antagónicos. Por una parte, algunos directores siguieron aferrados a la que había sido su línea de actuación durante el franquismo y continuaron con un tipo de cine "mojigato" o, aún peor, marcado por la dicotomía franquismo-represión vs democracia-liberación sexual, que dio como resultado la aparición de un cine erótico de tipo estrictamente español y no exportable, el del llamado "Destape", en el que había mujeres "buenas" y "decentes" y mujeres "modernas" y "sexualmente liberadas".
 

Directores en la época franquista


Buñuel trata la sexualidad en sus películas refugiándose en el humor, ya que utiliza formas normales y anormales del amor referidas al masoquismo y el fetichismo. Su largometraje más polémico "La edad de oro", de 1930, grabada en Francia, trata sobre la masturbación del protagonista, su encarcelamiento por esta acción y todo lo que ello conlleva.

Además, se ha de nombrar a  Juan de Orduña, ya  que ofreció  películas como "¡A mí la legión!" de 1942. Este film demuestra la amistad tan fuerte, que en ocasiones se puede confundir con una relación homosexual, que se producía entre soldados de la misma tropa. Esto se produce debido al tabú que había, en la aparición de un hombre y una mujer en la misma escena.

Pero sin lugar a duda, el director más conocido en la transición fue Luís García Berlanga, que con "Bienvenido Mister Marshall" y "Tamaño natural" de 1973 hizo saltar las alarmas, ya que poseía un alto contenido sexual para la época
 

La libertad cinematográfica llegó tras la muerte del Caudillo


España sufría cambios. Tras la muerte de Franco comenzaron a surgir grandes directores de cine transgresores en la cultura española, como el claro ejemplo de Juan Bosch que con su película "Cuarenta años sin sexo", que contenía una mezcla entre erotismo y humor. Sin embargo, Pedro Almodóvar se posicionaría como el transgresor de la sexualidad en el cine español por excelencia, son ya multitud de películas las que arrastra en su carrera como director. Sus films como "Folle Folle…Folléme Tim", o "Pepi, Luci Bom y otras chicas del montón", de1980,causaron una gran polémica al aparecer temas en sus películas que antes no habían aparecido, como la famosa escena de lluvia dorada (micción de una persona sobre otra a la que le resulta placentero) , felaciones y sadomasoquismo. En la misma línea se observan otras películas de Pedro, como: "La mala educación" de 2004 y "La piel que habito" de 2011, etc.
Alaska, Eva Silva y Carmen Maura en la película “Pepi, Luci, Bom y otras del montón”
 
Además, se han de nombrar directores como Bigas Luna que con "Las edades de Lulú" o "Jamón jamón" consiguió una gran polémica por su alto contenido de sexo explícito; Fernando Trueba con "Belle Époque", ganadora de un Oscar como mejor película extranjera, o Vicente Aranda que rozó estos temas con los largometrajes "Carmen", "Cambio de sexo", y "Tirante el Blanco".

Está claro que la temática “subida de tono” ha sido un argumento detonante de muchas discusiones al respecto, y ha tenido que suceder numerosos cambios en España para que por fin la sexualidad sea aceptada sin ningún tipo de tapujos. Para finalizar hay que plantearse la siguiente pregunta: ¿Las escenas de alto contenido de sexo explícito en las películas del cine español en este momento han sido  consecuencia de la represión durante la dictadura? Si es así, ¿por qué se ataca constantemente las  escenas eróticas, que sin lugar a duda son la marca de la casa de cada director? Las preguntas las contestarán ustedes mismos de una manera sincera. Lo que es seguro es que los contenidos “apasionados" son objeto de polémica, olvidando que las películas puedan llegar a ser un reflejo de la sociedad escondida bajo un manto de censura que aún continúa en cada uno de nosotros sin darnos cuenta.
Elena García / Marina Lorenzo

Elena García / Marina Lorenzo

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