Entrevista a Ana Santos Aramburo, directora de la Biblioteca Nacional

"La mayor rentabilidad que puede ofrecer la Biblioteca es la generación de conocimiento"

Flanqueados por los inmemorables siglos que pasaron para quedarse entre las estanterías de la Biblioteca Nacional de España, y guarnecidos del calor que en Madrid se alza, poderoso, nos encontramos con la directoria de la Biblioteca Nacional de España. Ana Santos Aramburo licendidada en Geografía e Historia por la Univerisdad Complutense de Madrid y especializada en Biblioteconomía y Documentación. Anteriormente, desempeñó las tareas de directoria de Acción Cultural de la casa que ahora dirige y las de directora de Archivos y Bibliotecas de la Comunidad de Madrid. 

Nos recibe en su despacho de decoración austero, pero con un aire de solemnidad que la madera y los siglos sólo pueden otorgar. Afable, la charla se extiende más de lo primeramente hablado. Habla con pasión de los libros, de la Biblioteca y rosbutece el tono, llenándolo de responsabilidad, cuando habla de su labor como directora. 

Pregunta. Estamos a la espera de que comience la tramitación de la nueva Ley de la BNE, ¿cómo espera que se desarrolle?

Respuesta. Espero que la tramitación parlamentaria sea una tramitación participativa, que sea enriquecida por todos los grupos pero que no sea una tramitación conflictiva, puesto que esta ley es esperada y deseada por la sociedad española. Confío en que a principios de 2015 pueda estar ya aprobada.
 
P. Uno de los cambios que introducirá la ley será volver a considerar la BNE una Dirección General, ¿una consideración que nunca debió haber perdido?
R. Pues sí, nunca debió haberla perdido. Pero no sólo porque sea un reconocimiento, digamos, “público”. Además de esto, es sobre todo importante porque le otorga un reconocimiento dentro de la Administración, un reconocimiento que muestra el valor de esta institución.
 
P. Además, se dota a esta Casa de mayor movilidad
R. Claro. Aumentar la consideración, restituir la que tenía, no hubiera servido de nada si no se dota a la BNE de instrumentos de gestión más ágiles que nos permita, por ejemplo, lograr más ingresos propios. Se podrá hacer que el Patronato sea un órgano colegiado que pueda tomar parte en las decisiones del gobierno de la Biblioteca y, además, sea capaz de lograr esos ingresos propios. Para una institución como esta es importante tener un órgano colegiado y ejecutivo y que no quede a la capacidad o a la falta de capacidad de un director o una directora. Es importante que la sociedad civil esté representada en la BNE.
 
P. ¿Espera que respondan las grandes empresas? Quizá el Patronato pueda ser una vía para lograr esa financiación…
R. Es una vía, indudablemente, pero confío en que respondan. En el Patronato de la Fundación de Amigos ya están presentes las grandes empresas de este país. Pero queremos que las grandes empresas sean conscientes de la importancia que tiene esta institución.
 
P. El reto está, supongo, en hacer lo mismo con menos.
R. Ése es el reto: hacer lo mismo que hacíamos, pero con menos dinero. Nos ha costado mucho mantener los niveles de servicio que está institución venía prestando.  Porque claro, esto mucha gente no lo sabe, pero la Biblioteca Nacional no es sólo el edificio de Recoletos, también nuestra segunda sede en Alcalá de Henares es Biblioteca Nacional. Ambas sedes generan unos gastos enormes. Pero hemos logrado mantener abierta la Biblioteca el mismo número de horas, mantener los servicios a los usuarios y mantener lo que no se ve: los procesos internos de, por ejemplo, conservación y nuestro propios proyectos.

 
 P. Previa reducción de costes…
R. ¿Acaso hay otra forma? Hemos tenido un ahorro en costes estructurales, aproximadamente, del 30%.  Hablo de luz, de agua, de tóner, de teléfono… De gastos diarios que nos permiten mantener un buen servicio al ciudadano.  
 
Si os fijáis, estamos con la luz apagada. Se está con la luz apagada en casi todos los despachos, salvo cuando es imprescindible. Se han reducido gastos de impresión, que aunque parezca una tontería, en una institución como está, al cabo del año, eran mucho miles de euros. Se han eliminado las impresoras personales; se ha hecho una gran concienciación del uso del teléfono. Todos sabemos que estamos abriendo esta casa con un enorme esfuerzo; el esfuerzo de los impuestos de todos los españoles, lo que merece que también nosotros nos esforcemos por lograr la mayor eficiencia.
 
Con la primera campaña que hicimos de reducción de gastos; ahorramos 400.000 euros. Que eran cautivos, que se repetían año tras año. Imagine el beneficio que podemos lograr si año a año podemos ir haciendo distintas campañas. Además, es un dinero que hemos podido invertir, invertir en cosas concretas como por ejemplo, la compra de ordenadores, que estaban ya anticuados y que son una herramienta de trabajo de primer orden.
 
P. Lo PGE de los últimos años han ido de reducción en reducción de la asignación para esta casa…. La primera institución bibliotecaria del país, con un presupuesto de menos del 40% en cuatro años…
R. Quien toma la decisión sabrá por qué la toma y cuáles serán las consecuencias. Mi obligación es luchar y pelear por esta institución y gestionar de la mejor manera posible.  
 
P.  Dentro de poco conoceremos los Presupuestos para este año, ¿qué espera esta vez?
R. Sinceramente, no lo sé. Nosotros hemos hecho una propuesta para los PGE, contando los gastos que vamos a tener, que son muchos y contando el aumento del presupuesto que necesitamos para aquellos capítulos que son básicos para desarrollar proyectos estratégicos, sobre todo de carácter tecnológico, que afectan a las obligaciones de ésta casa, como por ejemplo, la preservación de los contenidos de Internet. Hemos propuesto un crecimiento de ése capítulo para llevar a cabo esta tarea, que no se olvide, es una obligación de esta Biblioteca, al igual que lo es del resto de Bibliotecas Nacionales, tarea en la que llevamos un atraso importante.
 
P. Hace unas semanas se publicó que la Biblioteca había perdido 3,5 millones de euros… ¿qué sucedió?
R. Lo que ha sucedido, sencillamente, es que nos bajaron el presupuesto de un año para otro  y como esa cifra se refiere a las cuentas patrimoniales, si se reducen los ingresos, lógicamente, las cuentas patrimoniales son negativas.  Es un descenso importante, pero no fue el único. Llevamos cuatro años de descenso presupuestario, actualmente rondando el 40% menos que hace cuatro años.  Ahora mismo estamos en un momento en el que nos está costando mucho salir adelante con la asignación presupuestaria que tenemos.

P. Entonces no es una pérdida por la gestión….
R. Exacto. Pero la lectura que yo haría sería diferente: pese a todo, la Biblioteca está abriendo al público las mismas horas, tenemos una gran actividad cultural, los libros siguen entrando… Es una lectura que me satisface, sobre todo porque soy consciente del esfuerzo que está haciendo toda la plantilla para que la Biblioteca siga adelante.

 
P. Me sorprende cómo con tan poco, llegan ha hacer tanto…
R. Depende de los objetivos de cada uno. Nosotros somos muy conscientes del valor de esta institución y que con poco, aún puede hacerse mucho. Manejamos presupuesto público y  miramos hasta el último euro porque yo soy de la idea de que la Biblioteca tiene de devolver a la sociedad española el esfuerzo que está haciendo.
 
P. En el Plan Estratégico 2012-2014, se puede leer que había que eliminar las actividades no rentables del programa de la BNE. Si una institución pública no realiza actividades no rentables, ¿quién las hará?
R. Yo no estoy de acuerdo con eso. Pero también le digo que la rentabilidad de una institución como esta no puede ser sólo una rentabilidad económica. Aplicar esa visión sería un error. Porque por esa vía, por ejemplo, nuestra misión, importantísima, de apoyo a la docencia y la investigación no es rentable económicamente a corto plazo, pero sí lo será a medio o largo plazo y más que económicamente, será rentable desde el punto de vista de la generación de conocimiento.
 
La rentabilidad no hay que medirla sólo en términos económicos. Por ejemplo: hemos firmado un convenio con la Complutense, y lo firmaremos con más Universidades,  para que sus estudiantes puedan venir aquí a realizar sus trabajos de investigación de máster y que luego, puedan ellos venir a desarrollar sus propios trabajos de investigación o sus doctorados.
 
P. ¿Estamos faltos de investigación?
R. Sí la verdad es que sí que lo estamos. Estas colecciones lo están. Dese cuenta de que aquí está la historia de España; el conocimiento que hemos generado durante cientos de años y es importante que se trabaje sobre él. Si un alumno de universidad no sabe que existimos, ¿cómo va a venir?
 
Y la mayor rentabilidad que puede ofrecer esta Biblioteca es la generación de conocimiento, que es, desde mi punto de vista, vital para un país. Y eso sólo se logra con investigación.
 
P. Ahora, en 2015, le toca a usted elaborar el nuevo Plan Estratégico, ¿por dónde irán los tiros?
R. Estamos trabajo en él. De momento hay claras varías vías en las que tenemos que seguir trabajando. La investigación, como le decía, la generación de conocimiento será uno de los aspectos importantes del nuevo Plan, por este motivo la futura ley contempla la creación de un Comité Científico para acercarnos más a la Universidad, que es vital para nosotros.  También, mejorar la gestión interna para que nos permita disponer de los recursos públicos imprescindibles para el sustento de esta Casa y nos facilite la captación de recursos propios para las otras muchas actividades que hacemos y por supuesto el mantenimiento y desarrollo de proyectos tecnológicos en los que la BNE debe ser puntera.
 
P. Que el dinero público garantice lo mínimo
R. Eso es. Yo no estoy a favor de que, por ejemplo, se externalicen los servicios de la Biblioteca. Una práctica que viene haciéndose desde hace quince años, por otro lado. Yo creo que los procesos básicos y los servicios al usuario deben ser prestados por personal propio de la Casa, por empleados públicos de la institución, es importante disponer de la plantilla mínima imprescindible para garantizar una estabilidad y no perder el conocimiento adquirido. Por que además, si seguimos con lo de la rentabilidad, esta opción es mucho  más rentable.
 
P. Todo suma ¿no?
R. (Risas) Sí, sí, todo suma.
 
P. Antes de que le cortara, estábamos con el Plan Estratégico..
R. ¡Ah sí! Otro de los aspectos importantes será la apertura al ciudadano. Aunque a nivel de comunicación pública, en los últimos tiempos hemos dado un salto de gigante,  tenemos que trabajar por acercarnos más a las personas. Y eso se hace generando un nuevo modelo de Biblioteca, un modelo que no se base en el acercamiento del ciudadano a la Biblioteca para consultar sus colecciones, sino que ésta sea una Biblioteca abierta, versátil, capaz de generar ideas y actividades y, sobre todo, capaz de acercarse al público joven.
 
Hoy, para entrar en esta Biblioteca no hace falta más que querer entrar. Hemos abierto el hall a todo el mundo. Se puede entrar hasta la antesala del salón de Lectura. Además tenemos las visitas expres en las que, con un guía que cuenta toda la historia de la BNE, se hace un recorrido sin necesidad de tener que apuntarse previamente. Pero además, los miércoles y los viernes por la tarde se hacen visitas, en las tardes las dedicamos a visitas de grupos en las que sí hay que apuntarse y se llenan sistemáticamente, como la Jornada de Puertas Abiertas que hacemos todos los años, que siempre está llena de personas que quieren visitar y conocer la BNE. 

 
P. Pero ustedes trabajan ya con colegios, por ejemplo
R. Sí, y este es uno de nuestros objetivos fundamentales. Dese cuenta de que los que hoy vienen a ver la Biblioteca con sus colegios, serán mañana esos investigadores de los que hablábamos antes y que tanta falta nos hacen. Por eso es vital para nosotros acercarnos más al ciudadano y que la sociedad perciba el enorme valor de esta institución.
 
P. Internet. ¿Qué papel les queda a las Bibliotecas en la era de Google?
R. Las Bibliotecas cumplen una función desde hace años y tiene que seguir cumpliéndola. Una función de guía a las personas que a lo mejor no saben qué buscar o dónde buscar. Una biblioteca no es solo un lugar de consulta o de lectura,  es un espacio de formación e información, un espacio de encuentro en el que se pueden hacer muchas más actividades además de la de consultar. Pero las BNE debemos seguir siendo las depositarias de ese conocimiento que a partir de ahora y en muchas ocasiones sólo va a estar en Internet.
 
P. Cuando se proclamó a Felipe VI recogieron todo lo publicado en Internet, ¿un barrunto de una de las nuevas misiones de las Bibliotecas Nacionales?
R. Sí, claro, es una misión recogida en la Ley de Depósito Legal.  Es, además, una tarea necesaria porque ya no hablamos de soportes, sino de contenidos. La BNE debe preservarlos. Nosotros tenemos cientos de teras de información depositadas en California en una asociación sin ánimo de lucro. Contenido que sólo se encuentra en Internet y que también tiene que ser preservado.  ¡Es que esa es nuestra misión!  No es sólo albergar libros, sino conservar el conocimiento de un país y lógicamente, Internet también entra dentro de nuestra actividad.
 
P. ¿Cree que la sociedad española percibe la Biblioteca Nacional como una institución útil?
R. Cada vez más. Sobre todo las generaciones que en un futuro serán los investigadores. Todas las actividades que hacemos se nos llenan. A veces decimos que el nuestro es un caso de morir de éxito.  Hemos hecho una apuesta importante para demostrar la utilidad de la BNE. Y además, creo que la sociedad española responde y se siente orgullosa de tener una biblioteca nacional como la que tenemos.
 
Y debemos estarlo. Pocos países en el mundo tienen una Biblioteca Nacional como la nuestra.
 
P. Internacionalmente, ¿estaría entre las mejores?
R. Sin duda. Podemos situarla entre las cinco mejores Bibliotecas Nacionales del mundo. Y la tenemos por la gran historia que tenemos. Muchas Bibliotecas se han creado a base de compras, pero en nuestro caso no ha sido así. Culturalmente, nuestra historia es riquísima y aquí está albergada. No tenemos nada que envidiar al resto de Bibliotecas Nacionales del mundo, sin duda.
 
P. Para usted, que es bibliotecaria de profesión, estar aquí debe ser como el paraíso ¿no?
R. Nunca me lo imaginé.  Para mi es un honor del que espero ser merecedora.
 
P. ¿Cuántos libros tiene exactamente la BNE? Lo pregunto porque he visto muchas cifras diferentes
R. Es cierto que hay muchas cifras circulando, pero es normal porque es muy difícil de saber. Dese cuenta que no sólo albergamos libros, sino también publicaciones menores, revistas, periódicos, discos, partituras, vídeos… Con todo, aproximadamente tendremos unos 30 millones de objetos entre las dos sedes.
 
P. ¡Puf!
R. (Risas) ¡son 30 millones de cosas buenas!
 
P. Una pregunta que le habrán hecho mil veces a usted y a todas las personas que le antecedieron, ¿cuál es para usted la joya de esta Biblioteca?
R.  (Risa). Sí, me la han hecho muchas veces y siempre digo lo mismo: no sabría escoger.  Porque no es fácil, piense que aquí albergamos, por ejemplo, el único manuscrito del Cantar del Mío Cid; el beato de Liébana, los Códices Madrid de Leonardo Da Vinci; una colección de más de 3.000 incunables. Recientemente hemos recibido los últimos cuentos que escribió Miguel Hernández, tenemos la primera edición del Quijote… ¿cómo podría decir sólo una? 
 
A.Petit (@apetitz)/ Foto: M.Mirón

A.Petit (@apetitz)/ Foto: M.Mirón

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