Entrevista a Abelardo Linares

"Actividades de riesgo como publicar poesía se hacen por afición"

A Abelardo Linares  (Sevilla, 1952), el adjetivo  "mítico" no le queda grande. Cabeza y espíritu de Renacimiento, este sevillano es ya uno de los grandes editores, de poesía y de literatura en general, que aún quedan en España. Gusto, criterio y calidad son las máximas que, por su hacer, impregnan cada título de su editorial, en cuyo catálogo no hay un sólo bestseller y sí muchos títulos cuya presencia en España se le debe. 

P. Poeta, librero, editor…  ¡es el ideal del perfecto lector!
R.No estoy yo tan seguro. No hay un modo único de ser un buen lector sino mil distintos y quizás el perfecto lector, precisamente por serlo, leería seguramente poquísimo, lo que no es mi ideal. Me temo además que “el perfecto lector” sería tan inaguantable como “el perfecto amante” o “el perfecto coleccionista de sellos de correos”.
 
P. Su vida está marcada por los libros, ¿cuál fue su primer contacto con ellos? y en concreto, con la poesía
R.A los libros llegué rápido, hacia los nueve o diez años, gracias a la biblioteca de mi padre, que era excelente. A la poesía llegué un poco después, en la adolescencia,  junto con el acné; sólo que el acné se me fue antes. Muchos adolescentes escriben poemas no porque sean poetas sino porque son jóvenes, del mismo modo que todos los niños dibujan no porque vayan a ser Picassos sino porque son niños.
 
P. Desde hace más de dos décadas dirige las editoriales Renacimiento y Espuela de Plata. La primera, dedicada a la poesía, es hoy por hoy una de las más prestigiosas y garantía de calidad, ¿cómo logra un pequeño librero que venía de vender libros en el Rastro de Madrid, tal éxito?
R.Si usted ojeara, es un decir, revistas como “Qué leer”, “Mercurio”, “Insula”, “Quimera, “Letras Libres”, “Revista de Libros”, y otras muchas dedicadas a la actualidad literaria, se daría cuenta de que como editor apenas existo y que eso del prestigio editorial es, probablemente, una leyenda difundida, con la mejor intención, por mis amigos y algunos de los más de mil autores que he publicado hasta el momento. Si el éxito es publicar muchos libros, dado que el año pasado publiqué 133, no hay duda de que tengo cierto éxito. Pero si éxito se mide de cualquier otra forma, por ejemplo por el número de bestsellers en catálogo, me temo que aún no he tenido ninguno. Pero eso no me inquieta, el éxito está muy sobrevalorado, lo mismo que los bestsellers.
 
P. ¿Por qué editar poesía? Porque supongo que para hacerse rico no…
R.Actividades de riesgo como publicar poesía o practicar parapente se hacen, principalmente, por afición, por puro gusto.
 
P. ¿Qué criterios debe cumplir un libro de poemas para que usted lo publique?
R.Mi actitud a la hora de publicar un libro de poemas se parece bastante a la que tendría para comprar un yate: que me guste primero y luego, que pueda permitirme el lujo, dadas las pocas ventas.
 
P. Díganos la verdad, ¿es cierto que en torno a las editoriales de poesía se forma cierta secta y al final, sólo publican en ellas los iniciados?
R.No conozco ninguna editorial de poesía que genere las adhesiones, sacrificios y fidelidades más o menos heroicas que suelen caracterizar a una secta. En cualquier caso ninguna editorial es el paraíso. Los no iniciados, los rechazados pueden acudir a cualquier otra editorial e incluso editarse el libro ellos mismos. Buenos o pésimos poetas, el resultado no será muy distinto.
 
P. ¿Por qué derroteros va la poesía actual?
R.La verdad es que no lo sé. Pero a mi parecer, en los últimos veinte años no ha pasado nada nuevo, nada estéticamente nuevo. En España se escriben, se siguen escribiendo poemas estupendos, pero casi todos los escriben los mismos y suelen tener más de 40 años e incluso más de 60.
 
P. ¿Los buenos libros son los que menos se venden?
R.No hay que exagerar.  Pero no hay duda de muchos malos libros se venden mucho más de lo que sería razonable.
 
P. Internet lo ha revolucionado todo, ¿cómo le ha afectado a usted?
R.Hace ya 20 años que tengo una librería virtual. Para mí la revolución de internet empieza a ser demasiado antigua. Y con pocas novedades.
 
P. Poeta, libro y editor, he dicho antes, pero también ¡leyenda! con aquella compra del millón del libros de Eliseo Torres… cuando los compró, se disparó la rumorología… dijeron que le había dejado el dinero (un millón de dólares, dijeron algunos) se lo había prestado Carmen Romero, la mujer del presidente del Gobierno de entonces, Felipe González…
R.A los rumores no hay que llevarles la contraria. Además no se puede.
 
P. ¿No se siente como un glotón trabajando en una pastelería?
R.¡Llevo ya mucho tiempo trabajando en esta pastelería!
 
P. ¡Ay la crítica!, ¿qué decimos de la crítica?
R.De la crítica no se me ocurre decir nada breve. En cualquier caso, no es tanto que no haya críticos, lo que casi es decir lectores con gusto o criterio, sino que no les dejan, que los medios no les dan lugar ni importancia.
 
P. ¡Ay los poetas!, ¿qué podemos decir de los poetas?
R.Hablar, en general, de los poetas, tan distintos y variados, no es fácil; sería algo así como pretender hablar del género humano. Pero soy muy partidario de admirar y admiro, sin exageración alguna, a cientos de poetas muertos y vivos.
 
P. Usted cogió el libro de un poeta desconocido, lo publicó, apostó y luego el poeta se marchó y si te visto no me acuerdo, ¿le suena la situación?
R.No demasiado. La relación que se establece entre un poeta y un editor ni es matrimonial ni donjuanesca, aunque alguna vez haya seducción, conquista y abandono.
 
P. Parnasiano, sabio y apasionado… así le definen como poeta… ¿cómo se definiría usted?
R.De poder elegir, no me definiría.
 
El poeta, el tiempo y la inspiración
 
P. ¿Qué es la poesía?
R.“La poesía” es una expresión un tanto abstracta que habla de una “materia” extremadamente concreta. No hay dos personas que puedan estar del  todo de acuerdo en qué cosa es la poesía o que no la conozcan. Felizmente, a efectos prácticos, cualquier divergencia resulta irrelevante.
 
P. ¿El poeta nace o se hace?
R.¿Qué poeta? Unos nacen, incluso los que nacen muertos. Otros se hacen, o se deshacen.
 
P. ¿Puede existir poesía sin sentimiento; una poesía exenta?
R.Dado que la poesía no es cuestión de sentimiento, ¿por qué no? Puede existir incluso, y existe y recibe honores, la poesía sin poesía.
 
P. ¿Está todo inventado en la poesía?
R. La poesía no es cuestión de inventar. No es esa la tarea del poeta.  El poeta canta eternamente las mismas cosas prestándole voz a su tiempo, a su momento histórico. Todo poema celebra o resume, a la vez, la condición humana y el instante que pasa, las dos alas del cuerpo del poema.
 
P. ¿Es la poesía un exilio interior o la repatriación de uno mismo?
R. No sé en qué sentido la poesía podría ser un exilio interior o la repatriación de mismo, pero me parece que tampoco quiero enterarme demasiado.
 
P. ¿Cómo saber si un  poema es bueno o malo?
R. En la mayor parte de los casos es mejor quedarse con la duda.
 
P. ¿Cree en la inspiración? ¿Qué es? ¿Viene sola o hay que llamarla?
R.No sé qué es la inspiración; pero existir, existe. El problema está en  que viene poco a vernos y que si viene mucho seguramente será ya otra cosa.
 
P. ¿Por qué se recuerda a los poetas?
R.Si recordar a los poetas tiene que ver con cosas como dedicarles estatuas o unas líneas en los libros de texto me interesa muy poco cualquier respuesta. Pero creo que a veces un poeta y unos pocos poemas pueden ser algo personal, algo vivo, algo que nos importa y vive y muere con nosotros, más allá del recuerdo.
 
 
 
A.Petit (@apetitz)

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