Entrevista a Daniel Fernández, presidente de FGEE

"Una sociedad con lectores será una sociedad más rica"

Daniel Fernández (Foto: FGEE).

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Daniel Fernández es presidente de la Federación de Gremios de Editores de España. Nacido en Barcelona, este licenciado en Filología Hispánica es el nuevo responsable de la mayor industria cultural del país, que atraviesa una difícil situación, sufriendo una doble crisis: económica y de lectores. Además de la lacerante piratería.
 
Anteriormente, director editorial de Grijalbo, Fernández, en el Día del Libro, lo tiene claro: “apostar por la cultura y la educación para construir una sociedad”.

¿Cómo se encuentra el libro ahora mismo?
El libro, como el resto de la sociedad, está intentando sobreponerse a la crisis económica que, como al resto de sectores, nos ha afectado. A todo eso se suma en nuestro caso la necesidad de adaptarse a los desafíos que nos plantean las nuevas tecnologías y los cambios en los hábitos de consumo cultural. En esa tarea estamos y creemos que nos encontramos en una buena posición para poder ofrecer una respuesta, pero necesitamos estar acompañados de una legislación adecuada y adaptada a los nuevos tiempos y a las nuevas demandas. Esto es uno de los objetivos que nos hemos planteado al presentar al Ministerio nuestra propuesta de Plan de Fomento del libro y de la lectura.
 
¿Cómo ha afectado la crisis al mundo del libro, en concreto, a los editores?
Es evidente que cuando existe una crisis económica como la que hemos vivido, y de la que aún seguimos notando sus efectos, el consumo de productos culturales se resiente. Ahí están los datos, ha habido una caída generalizada. La realidad es que el sector editorial notó los efectos de la crisis más tarde que otros sectores y, quizás por ello, estemos saliendo más tarde de ella. Hay otro factor que ha incidido también,  la piratería, en la caída de la facturación del sector.
 
La piratería. ¿Es su gran némesis?
Más que nuestra némesis, es un gran problema de la sociedad española. Si no entendemos que se ha de respetar la creación acabaremos con ella. Hasta ahora, la voluntad política y la valentía necesarias para afrontar un problema evidente han brillado por su ausencia. La reforma de la ley de propiedad intelectual nos parece que va en la línea adecuada, pero hasta ahora va lenta, muy lenta, demasiado lenta en su aplicación.
 

¿Está satisfecho con la nueva Ley de Propiedad Intelectual?
No del todo. Creemos que la Ley incluye medidas positivas, aunque se deberían haberse adoptado algunas otras. Lo importante, ahora, es que se apliquen adecuadamente y se dote de recursos a la Comisión de la Propiedad Intelectual para que pueda desarrollar su trabajo. No hay duda que nos gustaría ver cuanto antes algunas sanciones ejemplarizantes que son ya urgentes…
 
¿Qué crisis es más grave: la económica o la de lectores?
Ambas. Y también la crisis de la educación, que vincula ambas y que tal vez sea el mayor, me atrevo a decir, fracaso de nuestra democracia. Aunque mejore la economía, si no hay lectores no habrá ningún efecto positivo en las cifras del sector. Ahora bien, más allá de las cifras económicas, creemos que la educación y la cultura son factores de gran importancia para la creación de una sociedad desarrollada con capacidad para adaptarse a los retos que le vayan planteando los cambios sociales y ahí, el libro y la lectura tienen un papel esencial. Es importante apostar por la cultura y la educación para construir una sociedad y una economía que crezca y se adapte a los nuevos tiempos. Por lo tanto, una sociedad con lectores será una sociedad más rica en todos los sentidos.
 
¿Cómo y cuánto se lee en España? ¿Hay margen de mejora?
Si nos remitimos al último estudio publicado al respecto, el barómetro del CIS de diciembre, un 35% de los españoles no lee nunca o casi nunca, y un 20% serían considerados lectores poco frecuentes. Estos datos reflejan que aún tenemos unas cifras de hábito lector alejadas de lo que ocurre en países de nuestro entorno europeo. Por lo tanto, claro que hay margen de mejora y en esta tarea estamos. Esta es una de las razones por la que desde el sector del libro tenemos la intención de presentar al Ministerio una propuesta de Plan de Fomento del Libro y de la lectura que contribuya a mejorar estas cifras. En este Plan hay diversas iniciativas como que se cumpla lo que marca la Ley de Educación respecto al tiempo dedicado a la lectura en las horas lectivas; el desarrollo de las bibliotecas municipales, escolares y de aula, entre otras.
 

¿Sufre España de una sobre-edición de títulos?
Quizá sí. Incluso se ha hablado de la “burbuja editorial”. Quizá se han estado editando muchos títulos, algunos con una calidad discutible.  Pero ¿quién determina qué se debe o que no se debe editar? Es una cuestión difícil, cuanto más oferta de títulos hay, mayor libertad y pluralidad hay. Nosotros editamos y es el mercado el que decide. Aunque desde luego, creo que hay que reconocer que hay un exceso de oferta…
 
¿Hasta qué punto la edición de libros de texto está salvando las cuentas de resultados?
La edición de libros de texto representa una parte importante de la edición en España y, en los últimos años, no ha sido precisamente uno de los subsectores que menos ha sufrido, al contrario. En el caso del libro de texto las decisiones políticas inciden mucho en la actividad de las empresas y la reducción, cuando no desaparición, de las ayudas a las familias ha supuesto una caída importante de la facturación. Además, hay que tener en cuenta que en estos años las editoriales educativas han estado realizando importantes inversiones para adaptar los libros y materiales didácticos a la LOMCE, una ley que se ha encontrado con el rechazo de algunas comunidades, incluso gobernadas por el PP, que han afectado a la implantación de los nuevos libros.
 
El libro se ha salvado del IVA, ¿cómo lo han logrado? Lo digo para ir a decírselo a la industria del cine que está sufriendo una laceración continua…
Nosotros creemos que hay que apoyar a la cultura y que no tiene sentido aplicar el tipo de IVA que se está aplicando a actividades como el cine o la música. A partir de ahí, nosotros nos hemos salvado, sí, pero nos sentimos cercanos al resto de actividades culturales. Quizás esto se ha debido a la gestión realizada a lo largo de los años con los distintos gobiernos…
 
Sin embargo, el libro electrónico sí tributa al 21%...
Esta es una anomalía que no tiene sentido. ¿Cómo puede explicarse que un lector que adquiera un libro en papel pague un 4% de IVA y si se descarga el mismo libro en un e-reader, tenga que pagar un 21%? Es ilógico. El libro debería tener la misma consideración con independencia del formato en el que se edite. Desde la Federación de Gremios de Editores de España, conjuntamente con la Federación Europea de Editores, estamos trabajando para que exista una equiparación del IVA de ambos formatos en  la legislación europea. Es la Directiva Europea la que hay que cambiar y en ello estamos. España podría haber optado por hacer como Francia o Luxemburgo y haber equiparado el IVA del libro electrónico exponiéndose a una sanción. Ha decidido esperar a que haya una decisión común. Ahora sólo queda esperar a que ésta se produzca pronto, porque el agravio comparativo es evidente…
 
Quizá haya influido el hecho de que el ebook no se ha implantado con tanta fuerza como se pensaba.
No creo que se deba a eso. Es una cuestión de decisión política en el seno de la Unión Europea. O peor, se ha debatido el tipo fiscal español sin voluntad política de respetar el valor del libro y de la industria editorial europea.
 
Existen en España dos o tres grande grupos editoriales que son gigantes de la edición, ¿cómo afecta ese duopolio al sector?
Es cierto que hay unos grandes grupos editoriales en nuestro país y que dos de ellos son muy importantes en el ámbito del libro destinado a la venta en librerías, pero esto no significa que exista un duopolio. La labor editorial es mucho más que la edición de literatura que es donde tienen una mayor presencia los grandes grupos y aún en este, la presencia de pequeñas y medianas editoriales es muy importante. Una de las características principales del sector editorial español es su atomización. Esto hace que en todos los subsectores existan varias editoriales que compiten sin que haya un monopolio o duopolio. Pequeñas y medianas editoriales compiten con estos grandes grupos en diferentes subsectores ofreciendo buenos libros que reciben el respaldo de los lectores.
 
Los datos de comercio exterior cada vez son mejores para las editoriales, ¿los sellos patrios tienen más éxito fuera de España que en España?
Yo no diría tanto. Lo que sí hay que tener en cuenta es que las editoriales españolas llevan haciendo un buen trabajo desde hace mucho tiempo. Además contamos con una ventaja que es el idioma y una cultura común con Latinoamérica y eso nos coloca en una posición que las empresas están aprovechando. Es una tarea que no ha concluido y que debemos seguir realizando. Y debería enorgullecernos nuestro liderazgo editorial en América Latina. 
A.Petit - @apetitz

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