La hispanización lingüística de Estados Unidos puede ser un buen revulsivo para el cine iberoamericano, que ya copa el 11% de la producción mundial (2014). Unos datos positivos gracias a los estrenos de Relatos Salvajes (Argentina), Ocho apellidos vascos (España), A los 40 (Perú) y Vamos de robo (República Dominicana). Cuatro producciones que se han situado en lo alto de la taquilla de sus respectivos países por encima de las películas americanas.
Los datos, recogidos en el informe Panorama Audiovisual Iberoamericano 2015, exhiben un mercado de más de 700 millones de espectadores, que refleja la hegemonía de la distribución cinematográfica en manos de los grandes estudios americanos, con más del 75% de cuota de mercado.
El 52,2% de las películas del top-100 mundial pertenecen a cintas estadounidenses, el 36,3% a títulos iberoamericanos y casi el 10% a películas europeas. De media, la población iberoamericana fue al cine una media de 1,1 películas por habitante. Por su lado, el precio medio de una entrada fue de 4,3 euros.
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| Escena de Ocho apellidos vascos. |
En el ranking de estrenos iberoamericanos en 2014, lidera la lista Ocho apellidos vascos (9,5 millones de espectadores), sacando bastante distancia a la producción entre España, Estados Unidos y Reino Unido Exodus: dioses y reyes (7,1 millones). Les siguen la hispano-argentina Relatos salvajes (4,7 millones), y las mexicanas La dictadura perfecta (4,1 millones) y Cásese quien pueda (cuatro millones).
La piratería, la gran lacra
En la presentación del informe editado por Egeda en el Instituto Cervantes, el presidente de la entidad de derechos y del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, recalca “la gran lacra” que es la piratería y el gran daño que hace a la industria del cine. En un discurso que se dejó a un lado las críticas a la política cultural del Gobierno, Cerezo ha remarcado “la dificultad de distribuir o producción en la que se encuentran habitualmente las producciones hace que el impacto generado por este desfavorable fenómeno sea aún mayor en el cine”.
Premios Platino
Egeda considera que el nacimiento de los Premios Platino –centrados en el cine- ha sido un hecho que refrenda el auge del cine iberoamericano. Unos premios que teniendo en su primera edición una importante repercusión mediática, se han visto ampliamente superados en la segunda edición celebrada en Marbella este año con una difusión televisiva “digna de cualquier acontecimiento deportivo de primera calidad”.
