Sobre página de júbilo
Porque esa aurora te alumbra el verbo
estos huesos cuelgo al clavo de tus versos,
a fin de que los cuelgues en la carne que me habita.
Soy hueso, soy carne bohemia que se cae,
en su patria se retuerce con ardor de árbol quemado;
se estira al frescor fallido en su garganta.
Me encarnaste tú en la abundancia de tus manos;
es que en ellas sobra el verso excelso;
entonces me desplomo de exilio atravesado sobre página de júbilo.
Vértigo del viaje
“La poesía es una oración que se reordena en el fondo
de los sentidos y desde un ritmo ovillado al irradiante
poder de la belleza […] ¿Autobiografía o invención?. Ni
lo uno ni lo otro en estado puro”. Alfredo Pérez Alencart
poder de la belleza […] ¿Autobiografía o invención?. Ni
lo uno ni lo otro en estado puro”. Alfredo Pérez Alencart
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De un solo golpe se agrandó tu voz.
Y yo, con claridad de agua, cargué en mi hombro ciclón de pecho,
agitó un vendaval a mis claveles del balcón.
Llevo sangre de sudor no escurrido;
mi luz hecha pedazos en la punta asesina de las sombras;
en mis párpados, hábitat de sueños, polvareda de olvido.
Mi cicatriz revolotea como pájaro lisiado…
Las metáforas pobladas con tu nombre las escribo de regreso a casa,
sorteando en las veredas gotas de saliva.
sorteando en las veredas gotas de saliva.