El negocio de la música es uno de los que más alteraciones ha vivido en los últimos años. Ha tenido que hacer dos frentes: la crisis económica y la aparición del mundo digital. Un reto que causó que durante 12 años –de 2001 a 2013- la venta de música cayeran estrepitosamente.
Pero 2013 cambió el rumbo. La venta de música volvió a crecer –a ritmo lento, pero creciendo- y desde entonces no ha cesado en su nuevo camino. Según datos facilitados por Promusicae, la industria discográfica ha obtenido unas ventas totales de 73,5 millones de euros en la primera mitad de 2016, lo que supone un aumento del 4,1% respecto al mismo periodo en 2015.
El éxito tiene un nombre: streaming. La escucha de música sin descargar –con plataformas como Spotify, Google Play Music o Apple Music- está teniendo un éxito imparable y que consigue ocultar las pérdidas de formatos físicos como el CD.
Fuente: Promusicae
2015 fue el año que el soporte digital venció al físico y en tan solo un año ya ha cambiado la situación considerablemente. Las ventas digitales ya representan el 63,5% de las ventas totales, casi dos terceras partes del total. El CD tiene los días contados, el streaming no.
Y es que la música sin descarga es el antídoto a una industria que le costó adaptarse a las nuevas tecnologías. En la actualidad, de los 46,7 millones que el negocio de la música facturó en música digital, 40 de ellos corresponden al streaming y el resto a las descargas de canciones o discos. Este éxito se debe gracias a plataformas como Sportify, Deezer o Google Play Music, entre otras muchas. Todas ellas ofrecen paquetes atractivos de música infinita y sin publicidad con tarifas que giran en torno a los 10 euros mensuales.
Las diferentes plataformas para escuchar música en streaming.
Adiós al formato físico
El CD no está de moda. Y el vinilo no termina de arrancar como fenómeno vintage. La caída de los productos físicos ha sido de un 17,5%. Esto supone que los españoles han gastado tan solo 27 millones de euros para comprar CD o vinilos. En el caso de este último, su resurgimiento no es más que un acto simbólico que no termina de despegar.
Lo que hace más de 10 años era un paradigma, ahora todo se empieza a ver con mayor claridad. La industria discográfica todavía se encuentra muy lejos de sus beneficios de antaño, pero ya sabe por dónde tiene que caminar, y ese camino es el escenario digital.
