Medio siglo de vida

El Festival Sitges mira al nuevo milenio

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El Festival, que se inaugura con ‘La forma del agua’, reciente ganadora del León de Oro de Venecia, se clausurará con la cinta de terror gótico ‘The Lodgers’.

Sitges celebra en 2017 su 50 cumpleaños. Medio de siglo de vida con la mirada puesta en otros 50 años más. Para 2017, el Festival de Sitges apuesta por sus raíces: recordando a los clásicos del cine fantástico que han pasado por sus salas desde aquella primera proyección que tuvo lugar en el Prado en 1968. Para recordar esta efeméride, el cine de esta centenaria entidad local acogerá el próximo 28 de septiembre la proyección de Aelita (Yakov Protazanov, 1924), un clásico soviético de la ciencia ficción con la que se inauguró la primera edición del festival. Pero habrá más.

 

De la mano de Guillermo del Toro, Dario Argento y William Friedkin, Sitges recuperará films como El exorcista (1973), Suspiria (1977) o La cumbre escarlata (2015), claves para entender la evolución del fantástico desde finales del siglo XX hasta llegar al nuevo milenio. Además, el festival catalán rendirá homenaje a la actriz Susan Sarandon, protagonista de la película de culto, The Rocky Horror Picture Show (1975), que luego llegaría a convertirse en una de las grandes damas de Hollywood.

 

El director irlandés Brian O'Malley clausurará la 50 edición de Sitges con The Lodgers, un cuento gótico de horror situado en la Irlanda rural de principios del siglo XX, que acaba de presentarse en el Festival de Toronto.



El esqueleto que sustenta la programación que podrá verse en el festival, del 5 al 15 de octubre, está conformada por la obra de jóvenes realizadores procedentes de Estados Unidos, Latinoamérica, Asia y Europa, que están llamados a convertirse en los líderes del fantástico de los próximos años. Brian Taylor, Hélène Cattet, Bruno Forzani, Emilio Portes, Cho Sun-ho, Andrés Goteira, entre otros, van a dejar su huella en un Festival que, lejos de acomodarse, busca nuevo talento capaz de reinventar el género tanto en su lenguaje, como en sus argumentos. El escritor y director Brian Taylor dirige Mom and Dad, su primera película en solitario tras la imprescindible Crank: veneno en la sangre. Mom and Dad con un argumento delirante, una extraña epidemia que provoca ataques de violencia letal de padres contra hijos. Está protagonizada por Nicolas Cage y Selma Blair en un fiesta para el fan del género. Por su parte S. Craig Zahler –que deslumbró con su ópera prima, Bone Tomahawk– regresa a Sitges con la brutal Brawl in Cell Block 99, en la que un exboxeador reconvertido en traficante de drogas aterriza en una prisión que se convertirá en un auténtico campo de batalla. Procedente de Estados Unidos también podrá verse Happy Death Day, una divertida comedia de terror firmada por Christopher Landon, que mezcla los argumentos de Scream y Atrapado en el tiempo, hasta enloquecer a Jessica Rothe (La La Land), que ve como un enmascarado la mata, una y otra vez.

 

Un argumento, el del tiempo, que también será el protagonista de la película coreana A Day, del debutante Cho Sun-ho, en la que un famoso cirujano es testigo de un accidente en el que ve morir a su hija. Una escena que se repetirá en un bucle sin fin, y en la que el padre intentará cambiar el destino de su hija. Después de un 2016 en el que los grandes autores asiáticos coparon la programación del Festival de Sitges, en la presente edición, el espectador podrá comprobar que hay vida más allá de grandes títulos como La doncella, con películas como por ejemplo la taiwanesa mon mon mon Monsters, de Giddens Ko, que combina el bullying escolar con el terror sobrenatural en un film que desborda talento, ingenio y que se encuentra entre las sorpresas que el Festival presenta cada año. Otros debuts destacados de la selección asiática son el de Jonathan Li (asistente de dirección en la trilogía de Infernal Affairs) que presenta The Brink, un thriller 100% hongkonés, protagonizado por Shawn Yue, que va a sorprender; y el de Lee Sa-Rang que consigue con Real, un cruce entre Nicolas Winding Refn y el mejor thriller coreano.

 

 

La canadiense Les affamés, de Robin Aubert –conocido por la inquietante Saints-Martyrs-des-Damnés–, reinventa el género de zombis, con una visión intelectualizada y casi ya de culto tras su pase por los festivales de Toronto y Austin. Otro de los grandes debuts del año, que consolida el papel de las mujeres realizadoras dentro del cine de género, es el de la directora francesa Coralie Fargeat. Su ópera prima, Revenge, destila una violencia con guiños a los clásicos de los años 70, y contiene un clímax final que será un sueño para los amantes del fantástico. De Hungría llegará Jupiter's Moon, de Kornél Mundruczó –autor de la extraordinaría White God–, director que siempre ha introducido el elemento fantástico de manera inteligente en sus películas, convirtiéndolo en un mecanismo visual perfecto. Por su parte, el británico David Bruckner, juega en The Ritual con texturas que van más allá de La bruja de Blair o La bruja, para conseguir una película de horror, que ha gozado de una excelente recepción en Toronto. Más talento europeo este año en Sitges con Thelma, del noruego Joachim Trier, que desde un punto de vista autoral, presenta un thriller sobrenatural que ahonda en la existencia humana; con la superproducción rusa Salyut-7, film que narra el rescate de la estación espacial Salyut 7 en 1985; o con el espectacular western holandés Brimstone, protagonizado por Dakota Fanning y Guy Pearce.

 

Cine latinoamericano

Latinoamérica sigue su apuesta por el fantástico con la película brasileña As boas maneiras, un relato ente lo real y lo onírico sobre el poder del amor materno, dirigido por Marco Dutra y Juliana Rojas; El habitante, del uruguayo Guillermo Amoedo, ganador del Premio a la Mejor Película Iberoamericana con The Stranger en 2014; o la terrorífica Belzebuth, del mexicano Emilio Portes. El talento catalán estará presente, una vez más, en el Festival, con diversas producciones, entre ellas el último trabajo de Jaume Balagueró: Muse.

 

Sitges también contará con el debut de Sergio G. Sánchez, con Marrowbone, y programará films como Dhogs de Andrés Goteira, una producción independiente que narra el encuentro casual entre un hombre de negocios y una misteriosa mujer, que nos conduce a una aventura furtiva, a un desierto y a un crimen; y Black Hollow Cage, de Sadrac González-Perellón, un film que mezcla el género del terror con el de ciencia ficción. Completan el panorama español Errementari, la última producción de Álex de la Iglesia y Carolina Bang, dirigida por Paul Urkijo; Most Beautiful Island, dirigida por la realizadora Ana Asensio, que abrirá la sección de Noves Visions One, y Arder, Compulsión y The Biggest Thing That Ever Hit Broadway, tres títulos del más actual cine independiente español.

Redacción

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