El autor de la triología de Escipión, tuvo la deferencia de hacernos un hueco en su agenda
El autor de la triología de Escipión, tuvo la deferencia de hacernos un hueco en su agenda
En el año 2008, un profesor de la Universidad de Jaume I de Castellón irrumpía con fuerza en el panorama literario español. Santiago Posteguillo reinventaba con la publicación de Africanus, el hijo del Consul, el género de la novela histórica.
El autor de la triología sobre Publio Cornelio Escipión Africanus, nos dedica unos minutos.
P. ¿Por qué Escipión Africanus y no otro?
R. Porque Escipión además de ser un general invicto, cambió el mundo: si él no hubiera ganado en Zama, seguramente esta entrevista sería en una variante del fenicio hablado en Cartago. Además, Escipión contribuyó a que Roma asimilara la cultura de la Grecia clásica. Hablamos como hablamos y pensamos como pensamos en gran medida por Escipión el Africano.
P. ¿Más historia o más novela?
R. A partes iguales. Mucha historia en todos los aspectos de la vida pública de los personajes y ficción, pero verosímil y congruente con la historia, en la recreación de su vida privada.
P. Explique a un aspirante a novelista cuáles son los pasos para poder narra una historia sobre a Historia sin que salgan dañadas ninguna de las dos
R. Ser razonablemente fiel a la historia. Puedes tomarte alguna licencia, pero con control y conviene luego explicar esas lincecias en la nota histórica. Eso te da credibilidad ante los lectores.
P. Después de tantas y tanas páginas escritas sobre un personaje… ¿no acaba siendo un poco Escipión?
R. Un poco no: un mucho. Le coges cariño a él y a otros muchos personajes con los que has estado más de seis años.
P. ¿Cómo vería el mundo de hoy Cornelio Escipión Africanus?
R. Como un líder nato con mucho carisma. Ganaría muchas elecciones en muchos sitios.
P. ¿Y Aníbal?
R. De forma similar. Ambos eran dos personalidades gigantescas.
P. Igual parece una pregunta poco preparada, pero de “lógica” que parece, casi siempre se omite. ¿Cómo se escriben tres libros?
R. Con organización: esquemas, diagramas, guiones, fichas, mapas que luego van cobrando forma en capítulos y pensando siempre en los momentos de apertura y cierre de cada una de las tres novelas.
P. Es verdad que Roma siempre tiene historias…
R. Incontables. Cuanto más leo de Roma más encuentro. Lo cual no quiere decir que no hay otras muchas historias magníficas. La historia de España da para mucho, por ejemplo.
P. Dígame, ¿aún nadie ha querido comprarle los derechos para hacer una triología cinematográfica sobre su triología?
R. Algunas ofertas ha habido. Por fin, hay una propuesta seria. Estamos negociando. Vamos a ver. No me gustaría que se hiciera cualquier cosa.
P. Es de dominio público que está preparando una nueva hornada de títulos… Adelántenos algo.
R. Una nueva trilogía, esta vez sobre Trajano, el primer emperador hispano. El 2 de septiembre sale la primera de la trilogía: “Los asesinos del emperador”.
El Entrevistado
P. De profesor universitario a novelista de éxito… ¿Le miran diferente sus alumnos?
R. La verdad es que son muy discretos. Sí que me da un poco la sensación que me escuchan con algo más de interés, pero es difícil saberlo. En general siempre he tenido muy buena relación con mis estudiantes.
P. ¿Cuál es su libro de cabecera?,
R. Hay muchos. Te digo tres: El quijote, el Señor de los Anillos, las novelas de Jane Austen y Tom Jones de Fielding.
P. ¿Cuál el que no ha conseguido acabar?
R. Muchos, pero aquí prefiero correr un tupido velo.
P. Un personaje que debiera pasar a la historia…
R. Tengo uno, pero me lo guardo.
P. Un personaje que bien merecería una novela…
R. Ese mismo personaje que me guardo. Es que las buenas ideas hay que custodiarlas con mimo.
P. Si viviera en la Roma republicana, sería… Le diré que a mí me encantaría ser Cayo Mario
R. Plauto. Sin duda, Plauto.
P. ¿Cómo escribe Santiago Posteguillo?
R. Como puede. En muchos sitios, no tengo un lugar específico. En diferentes habitaciones de la casa, en los trenes, los aviones, las estaciones, en la universidad (ooops), pero siempre siguiendo un esquema que he meditado antes. Si tengo el esquema y las ideas claras el lugar no es tan importante, porque de inmediato tu mente se traslada al pasado, vives allí, paseas la vista y empiezas a contar lo que ves. Es intuitivo pero sobre una base bien organizada. Sin esa base navegas en el caos y entonces no puedes escribir ni en el silencio de la mejor biblioteca.
Muchas gracias
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