Declaración de Barcelona

La industria iberoamericana del libro se alía para fomentar la lectura

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El sector editorial iberoamericano reclama a los diferentes gobiernos que eliminen las trabas administrativas y los aranceles para la libre circulación de libros.

Lo llaman la Declaración de Barcelona y de ahí puede salir el futuro de la industria editorial iberoamericana. Tras la conclusión de la 34 edición de la Feria Internacional del Libro, Liber, en Barcelona, el sector del libro latinoamericano y español han llegado a un acuerdo para la promoción y el fomento de la lectura.

 

El Grupo Iberoamericano de Editores (GIE) recoge a las diferentes asociaciones y cámaras del libro españolas y de países iberoamericanos. Con motivo del Liber, GIE ha anunciado una declaración a favor del Fomento de la Lectura, la Edición y el Libro en el conjunto de sus países. Bajo el nombre de Declaración de Barcelona, el documento promueve que todos los gobiernos de habla española y portuguesa favorezcan la libre circulación del libro, y eliminen todo tipo de aranceles, trabas aduaneras y administrativas para "garantizar la libertad de expresión". [Lea aquí la Declaración de Barcelona]

 

 

El objetivo es llevar la declaración a la próxima Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericanos para que se comprometan a llevar a cabo un plan de acción a favor de la lectura. Así, GIE solicita el diseño y ejecución de planes permanentes de fomento de la lectura que pongan en valor “el papel del libro que cuenten con dotaciones presupuestarias suficientes y que permitan convertir a la región en una región de lectores”, según afirman en un comunicado.

 

Uno de los primeros retos es la lucha contra la piratería. “La regulación de la Propiedad Intelectual es una de las grandes conquistas revolucionarias que permite la autonomía de los creadores y el resto de los titulares del Derecho de Autor y su promoción no es un obstáculo para el desarrollo digital, sino su base”, recalca el documento.

 

 

Las asociaciones libreras se han puesto 2020 como fecha de finalización del plan de acción de lectura. Sin embargo, buscan que en los próximos dos años se eliminen todas las trabas arancelarias y fiscales que todavía existen para la libre circulación del libro. Además, también reclama borrar aquellas barreras no arancelarias y administrativas que siguen vigentes.

 

El libro “es y ha sido el principal instrumento de desarrollo y formación y, algo que a veces se olvida, de integración social que ha tenido la Humanidad. Ese papel se fortalece, aún más si cabe, en la llamada sociedad del conocimiento. La lectura y el libro son la llave de plata, la única para acceder al conocimiento”, señala la Declaración de Barcelona.

 

Por otro lado, el documento recalca los lazos y las similitud que tienen las industrias editoriales españolas y portuguesas por su “trascendencia no sólo cultural y educativa, sino económica y social”. Como siempre, la pelota está en el tejado del poder, de los gobiernos.

L. Torres

L. Torres

L. Torres es periodista y colaboradora de Ritmos 21.

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