Sabor agridulce para el Museo Thyssen en el balance de cifras de 2015. Una combinación de buenos y negativos datos en un año en el que la pinacoteca madrileña redujo su déficit pero también su número de visitas.
“El plan estratégico de 2013 está dando resultados y se nota en la eficiencia del museo”, señala Evelio Acevedo, director gerente del museo. Y es que el Thyssen ha conseguido en los dos últimos años ajustar sus cuentas. En concreto, en 2015 redujo su déficit en 1,8 millones de euros respecto 2014, según los resultados de pérdidas y ganancias presentado por el museo.
De esta manera, el déficit se sitúa en 2,7 millones de euros, muy lejos de los 4,5 millones de 2014. El motivo no se debe principalmente a un recorte de los gastos, sino al aumento de un 7% del total de ingresos, entre los que destaca los 5,3 millones de euros que aporta el Ministerio de Cultura.
Exposición de Munch en el Thyssen. / Madrid Diario
El resto de ingresos se han visto con bajadas pronunciadas. En el caso de la taquilla, los ingresos han pasado de 6,2 millones de euros a 5,6 millones; los de tienda de 3,04 a 2,9 millones y las ganancias en eventos bajan hasta un 34%.
Aunque la reducción del déficit es una buena noticia para el Museo Thyssen, no lo es la reducción de los visitantes, que descendió un 3,6%. Las exposiciones temporales han sido las perjudicadas –contó con exposiciones sobre Zurbarán, Raoul Dufy y Paul Delvaux, con una caída de casi el 10%. Por su parte, la colección permanente aumentó las visitas un 3,6%.
Apuesta por la autofinanciación
“Queremos socios duraderos”, recalca Acevedo. No es para menos. En 2012, el Museo Thyssen perdió el patrocinio de Caja Madrid, que dejó a la institución cultural sin ningún socio fijo. A día de hoy, ya cuenta con 19 patrocinadores y muestra cierto optimismo de autofinanciarse y depender menos de la partida estatal.
Exposición de Zurbarán. / Museo Thyssen
Aunque el patrocinio haya caído en 2015 –muchas de las aportaciones aparecen en el apartado de subvenciones, la partida de otros ingresos como la prestación de servicios han aumentado hasta un 30%.
Actualmente, la autofinanciación del museo se encuentra en torno al 75%. Una cifra optimista pero todavía muy lejos de la independencia total del Estado. Todos los ojos están puestos ahora en artistas como Caravaggio o Renoir, protagonistas de las exposiciones de este año y que podrían dar un respiro económico al Thyssen.
