Crónica del concierto

“Vuelvas cuando vuelvas…” El Kanka cierra el Live The Roof en Madrid

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El Kanka se saltó los prolegómenos y nos lo hizo a pelo, sin paños calientes.

Parecía que el verano se había acabado. Que tocaba atarse los machos en la oficina, comentar las vacaciones y compadecer la desnutrición de nuestra cuenta corriente. Pero la pasada noche unos pocos privilegiados se dieron un pequeño homenaje al atardecer en los tejados de Madrid con un fresco sabor a licor 43. El Kanka se despedía de los gatos.

 

Ayer, Juan Gómez Canca para los de casa, El Kanka para todos los demás, cerraba su gira De pana y rubí con el último concierto acústico Live The Roof en lo alto del Hotel Silken Puerta América de Madrid. El cantautor de Málaga se subió a la tarima con su desparpajo habitual, activó el “modo gramola” y dejó que fuera el público el que decidiera el set list y apretara el botón de reproducir.

 

Se saltó los prolegómenos y nos lo hizo a pelo, sin paños calientes. Abrió el repertorio con Volar y dio paso a clásicos y no tan clásicos de las infinitas peticiones que a gritos se le iban pidiendo, como Qué bello es vivir, Canela en rama o Lo mal que estoy. Lo que empezó con unas nociones básicas para bailar un vals nos abrió el apetito con una dieta de panceta en la ensalada, culminando un concierto redondo: sin quizás, sin peros. Qué más decir salvo que sumió a los madrileños que nos reunimos en lo alto en una atmósfera familiar y cercana como sólo sabe crearla él gracias a un estilo socarrón e inigualable.

 

 

El maestro vino para quedarse, pero tuvo que despedirse con Llámame fino. Despedirse soltando la guitarra para que todos los fans locos se acercaran a cruzar unas palabras con él, firmar unos discos y que todo el que quisiera se hiciera una foto. Un tipo de los que siguen pegados al suelo, vaya.

 

Después de varios meses de gira ya le toca hacer un parón, no vaya a ser que le quememos para nuestra próxima cita del 18 de noviembre en Madrid (¡primicia que recibimos ayer por cierto!). El Kanka se va de Madrid, se va a descansar, puede que también a componer… ¿y mientras nosotros? Nosotros, a desobedecer…

Marcos Heras Cárcar

Marcos Heras Cárcar

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