V Centenario de su muerte

Y por fin llegó El Bosco

Tríptico de las tentaciones de san Antonio Abad. El Bosco

Tríptico de las tentaciones de san Antonio Abad. El Bosco

Foto: Museo del Prado

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El Museo del Prado presenta la mayor exposición sobre El Bosco nunca vista. Las grandes joyas del artista neerlandés inundarán las salas del museo madrileño para resolver las grandes incógnitas que todavía esconden bajo sus lienzos.

Era la exposición más esperada del año, aquella que nos descubriría el universo de El Bosco. La “más completa” que se ha hecho hasta la fecha del pintor neerlandés. Ya está aquí. Ya está en el Museo del Prado.

 

2016 es año de celebraciones, y no solo por Cervantes y Shakespeare, también por El Bosco. Este año se celebra el V Centenario de su muerte. Como era de esperar, el Museo del Prado, fiel coleccionista de su obra, presenta El Bosco. La exposición del V centenario, que podrá visitarse desde hoy y hasta el 11 de septiembre.

 

“España puede enorgullecerse de mostrar al mundo el mayor número de sus admirables realizaciones”, afirma Miguel Zugaza, director de la institución madrileña. No podría ser para menos. La muestra recoge más de 50 obras del pintor neerlandés, procedente de instituciones españolas como el monasterio de El Escorial o el Museo Lázaro Galdiano, y otras internacionales como el Museu de Arte Antiga de Lisboa o la National Gallery de Londres.

 

Imagen de la sala de la exposición. / Museo del Prado

 

La muestra, que invita al público a “adentrarse en su personal visión del mundo a través de un montaje expositivo espectacular que presenta exentos sus trípticos más relevantes para que se puedan contemplar tanto el anverso como el reverso”, exhibirá algunas joyas artísticas como El jardín de las delicias, el Carro del Heno, la Adoración de los Magos, la Coronación de espinas o el Tríptico de las tentaciones de San Antonio Abad, entre otras muchas.

 

El Prado busca desvelar algunas de las incógnitas que aún vuelan sobre la criaturas y las pesadillas del artista. Así, la muestra comienza el contexto histórico que sitúan al pintor con su ciudad natal, ‘s-Hertogenbosch. En aquellos años la ciudad gozaba de una gran situación económica. Sin embargo, la ausencia local de una tradición pictórico le favoreció a El Bosco, que crearía su propio estilo.

 

Su infancia en dicha ciudad le sirvió para mostrar atención en Cristo y su figura, al igual que la de los Reyes Magos, también muy presentes en su trabajo, de acuerdo con la corriente espiritual de la devotio moderna.

 

Tríptico del carro de heno / Museo del Prado

 

Su obra fue ascendiendo hacia los santos –especialmente en algunos como San Antonio, San Jerónimo o San Juan- hasta los paraísos e infiernos. Un claro ejemplo es el de Carro del heno, que irá acompañado de varios trípticos en los que el Cielo y el Infierno aparecen representados en las tablas laterales. En la tabla central se sitúa el Juicio Final.

 

La exposición gira principalmente en torno al Carro del heno. En esta pieza, El Bosco ubicó a los laterales el Paraíso y el Infierno. En el centro, la zona terrenal, aquella donde el hombre, sea de la clase social que sea, se ve tentado por los placeres que llevan al infierno representado a través de demonios. Para ello, el hombre “no tiene tanto que hacer el bien, como evitar el mal a lo largo de la vida”. Sea como sea, El Bosco es ahora el centro cultural de Madrid. Y de España. Y de Europa.

 

Miguel Mirón Pérez

Miguel Mirón Pérez

Miguel Mirón Pérez es director de Ritmos 21 - Milennial Culture Information.

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