El Centro Botín abrió sus puertas a finales de julio. Su ubicación, en la costa de Santander. El centro, diseñado por el italiano Renzo Piano, arrancó fuerte su programación expositiva con obras y dibujos de Carsten Höller y Francisco de Goya. Con un coste cercano de 100 millones de euros, el debate se centra si Santander sufrirá el mismo efecto que Bilbao cuando el Museo Guggenheim abrió sus puertas. Además, “aspira a formar parte del circuito internacional de espacios de arte de primer nivel”.
En las últimas semanas se ha hecho una comparativa entre el Centro Botín y el Guggenheim. Un debate al que no ha querido participar el propio Renzo Piano. El arquitecto italiano señala que la idea del centro de Santander es dar prioridad a la “luminosidad y ligereza” y ser lo más invisible posible del centro de la ciudad. Todo lo contrario al museo bilbaíno. Por eso el edificio ha sido colocado con vistas a la bahía de Santander.
Foto: Fundación Botín.
El presidente de la Comisión Asesora de Artes Plásticas del Centro Botín, Vicente Todolí, señala que las comparaciones entre ambas instituciones culturales son “demasiado simplistas”. “La idea no era crear un icono”, recalca Todolí, quien afirma que “el edificio no quiere mostrar o dar la impresión de que Santander es más de lo que es”.
Situado en voladizo sobre el mar, el edificio no toca tierra, está suspendido sobre pilares y columnas a la altura de las copas de los árboles de los Jardines de Pereda, haciendo las veces de un “muelle” sobre el mar. Esta elevación permite el paso de la luz y posibilita las vistas a la bahía, en una “integración completa con el entorno”.
Dibujo: Centro Botín.
Otro de los aspectos clave ha sido la remodelación de los Jardines de Pereda. Ha duplicado su extensión –de 20.000 a 48.000 metros cuadrados- y triplicado su superficie verde, conservando “la memoria del lugar y respetando sus hitos esenciales”.
Para la directora ejecutiva, Fátima Sánchez, la idea era crear un “centro de arte con una misión social” y colocarlo “en la escena del arte contemporáneo a nivel mundial”. La entrada será gratuita para los residentes de Cantabria y costará ocho euros para el resto de las personas. Los espacios abiertos también serán gratuitos.
