Diego Galán es un cineasta cuyo reto es desnudar la historia del cine español. En su penúltima película, Con la pata quebrada (2013), describía cómo el cine español había representado a la mujer española desde la década de los 30 hasta la fecha.
Ahora, el director de cine presenta Manda huevos, una secuela de su anterior trabajo cinematográfico. En este nuevo documental busca el mismo objetivo desde el punto de vista masculino, cuyo resultado es un retrato psicológico desde la posguerra hasta la actualidad.
“La intención era, con la disculpa del hombre, contar la historia del país. Ese principio de los 40 en los que los hombres teníamos que ser mitad hombres y mitad soldados –cita de José Antonio Primo de Rivera-, hasta la actualidad que vivimos”, destaca Galán en la presentación de la película en la 64 edición del Festival de San Sebastián.
El cineasta piensa que “no era pertinente, porque la mujer tiene luchas y metas que alcanzar”. Para eso, su primer reto fue convencer a Enrique Cerezo y la productora El Deseo para que hiciesen la película, al igual que su anterior trabajo.
La voz elegida para narrar el filme es la de Carmen Machi. Su voz “no es cristalina, sino de batalla, y un sentido del humor y una retranca que le da a las frases irónicas una dimensión extraordinaria”, señala el Diego Galán. Una voz reivindicativa en una época –la posguerra- en el que el cine español estuvo “dominado por militares y por curas”, un hecho que “ ha perdurado mucho tiempo”. [Sigue toda la actualidad del Festival de San Sebastián]
Desde 1985 hasta 1989 y desde 1995 hasta el 2000, Galán fue el director del Festival de Cine de San Sebastián, donde presenta ahora su nuevo película. “Es más tranquilo dirigir una película que un festival”, señala el director. En su opinión, nada tiene que ver el festival de antes con el actual, puesto que en 1986 regalaban entradas y ahora hay lleno.
La clave está en el humor
Humor y humor. Ahí está la clave del cine Galán, puesto que “el humor es fundamental en todo”. En el caso de su nueva película, el humor –valga la redundancia- es “tan tremendo y tan brutal lo que se muestra, el pasado y parte del presente”, que si uno no se aleja “con cierto humor tiene una película tristísima”.
Su anterior filme, Con la pata quebrada, tuvo un éxito inimaginable a nivel internacional. La película, que cuenta una historia local, fue una de las estrellas del Festival de Cannes por la presencia de “bastantes extranjeros”. "Hacían paralelismos con sus propias situaciones, porque aunque la dictadura diferencia a España de los países del entorno, la situación de la mujer es bastante generalizada", declara Galán.
