La ciudad de los canales, de Marco Polo, una segunda corriente dentro de Italia que siempre se contrapuso al clasicismo expuesto por Miguel Ángel y Rafael. Técnicas propias de este reducto ganado al mar entre la Península Itálica y el Peloponeso, creadas por los artistas que, como posteriormente harían los impresionistas, se oponían a la generalidad. Las pinceladas sueltas frente al dibujo, en un caldo de cultivo que nos permite exposiciones como esta Renacimiento en Venecia. Triunfo de la belleza y destrucción de la pintura del Museo Thyssen.
La conexión de Venecia con Oriente, ha estado siempre relacionada con el comercio y con el enclave estratégico que le ha llevado a ser epicentro de los conflictos con el Imperio Otomano. A pesar de la grandilocuencia económica, a partir del siglo XVI, la República de Venecia se vio sumida en una profunda crisis económica. Fue en este contexto, cuando comenzaron a emerger los grandes nombres del arte veneciano, tanto en pintura como en arquitectura. Centrándose en la pintura, esta muestra de grandes pintores venecianos que revolucionaron la pintura clásica, podrá visitarse hasta el próximo 24 de septiembre.
Retrato de Francesco María della Rovere Duque de Urbino, Tiziano (1536)
Mientras la corriente clásica o toscano-romana, generalizada en toda Italia y gran parte de Europa, se caracterizaba por una mayor consideración hacia lo intelectual a través del dibujo concebido previamente en las ideas mentales, los artistas de la escuela veneciana se escindieron. Eran superiores en el manejo del color así como de los valores visuales y sensuales de la pintura. En las obras tardías de Tiziano, Tintoretto, Veronés y Bassano, se puede observar en mayor o menor medida, una pincelada más suelta, llegando a ser calificada de pintura de manchas o borrones. Un nuevo estilo de pintura que cuestionaba los valores del dibujo clásico y la idealización de la realidad renacentista.
Sin embargo, estas innovaciones no se daban solo en el ámbito formal. Esta técnica, junto con un contraste entre colores o el claroscuro, servía para dotar de una mayor expresividad y vida a las figuras y los paisajes, algo típico del Barroco y no tanto de esta época. Las temáticas de las pinturas de estos artistas era variada, pero mantenía la esencia de la ciudad como encrucijada cercana a Oriente, por lo que en algunas pinturas se pueden apreciar vestimentas orientales. También el brillo de la ciudad mediante el militarismo y los símbolos de poder. Sin embargo, el cúlmen de representación de la belleza llegaría con la mujer, como en todo movimiento artístico, buen ejemplo de ello son las obras Palma el Viejo, Tiziano o Veronés, expuestas en la muestra.
Escena pastoral, Jacopo Bassano (1568)
La exposición presenta un extraordinario conjunto de pinturas, algunas esculturas, grabados y libros, procedentes de colecciones privadas y museos como la Galleria dell'Accademia de Venecia, el Museo del Prado, el Musée du Louvre de París o la National Gallery de Londres. Una muestra que recorre el Renacimiento veneciano, la pintura italiana vista fuera de los cánones clásicos. La innovación en uno de las ciudades más icónicas de la Península Itálica.