Miguel Mirón Pérez

Cultura y voz

Entender la cultura no sólo como la expresión del ser humano, sino como uno de los elementos que lo forman, conforman y elevan, como lo que, precisamente, le hace humano es la seña de identidad de Miguel Mirón, periodista y director de Ritmos 21.

Cultura y voz pretende ser un acercamiento humano y humanístico a la realidad y la información cultural.

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La hora de la verdad

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El PP tiene que pronunciarse ya y dejar a un lado los titubeos: o baja el IVA cultural o la oposición lo hará en contra de la voluntad del Gobierno.

La legislatura ha comenzado su andadura. Según lo visto en la investidura y en el reparto de escaños en el Congreso, parece que va a ser más agitada e intensa que los últimos cuatro años. Rajoy ya no goza de la mayoría absoluta para poder campar legislativamente a sus anchas y necesita del apoyo de la oposición para mantenerse en La Moncloa.

 

En la próxima legislatura es probable que salgan adelante proposiciones de leyes con el voto en contra del PP. PSOE, Podemos y Ciudadanos –sobre todo estos dos últimos- son polos opuestos en diferentes asuntos como en materia económica, pero coinciden en algunas aspectos de política cultural.

 

Así, los tres principales partidos de la oposición se muestra favorables a una bajada del IVA cultural, que podría llegar antes de lo esperado. Antes de la investidura, estas formaciones políticas votaron a favor de una reducción de este impuesto en una proposición no de Ley presentada por la antigua Convergencia.

 

El PSOE va a llevar esta propuesta al Congreso de los Diputados, salvo sorpresa –e incumplimiento de algún programa electoral-, contará con el voto a favor de todos los partidos menos uno, el del Partido Popular.

 

En los últimos meses, el PP lleva prometiendo que bajará el IVA cultural, pero “cuando la situación económica lo permita”. Cuando se vota la proposición de Ley presentado por los socialistas, los populares se tendrán que mojar: o reducir el impuesto a los espectáculos culturales o votar en contra. En el caso de que votasen en contra de la proposición, sería un error garrafal para el Gobierno, puesto que verían que aquello que prometieron hacer –reducir los impuestos- solo ha sido posible por la oposición. Es la hora de mojarse. Es la hora de la verdad.

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