Sumergirse en El jardín de las delicias del Bosco es sumergirse en un jardín infinito. En cada mirada observamos algo nuevo: un personaje, un objeto, una pincelada que nos reconcome y nos adentra en los diferentes misterios que, a día de hoy, siguen sin ser resueltos.
Pero ya hay otra manera más de sumergirse en el cuadro que la simple mirada del lienzo. El Museo del Prado presenta Jardín infinito, una videoinstalación ubicada en El Bosco. La exposición del V Centenario y que mete al espectador en el famoso tríptico El jardín de las delicias.
El Jardín infinito es un montaje original formado por una multiproyección de una pieza de video y audio distribuida en 18 canales de vídeo y 16 pistas de sonido. En ella, con una duración de 75 minutos, podemos observar instantáneas de la emblemática obra del pintor neerlandés que son objeto de reinterpretación y reelaboración por parte de los autores para constituir una obra nueva.
Foto: Museo del Prado
El montaje ha sido creado para crear un ambiente inmersivo donde el público se introduce en el tríptico desde una perspectiva tridimensional y perceptual, donde el espectador recorre el Paraíso, el Jardín o el Infierno según la visión del Bosco.
Criaturas, paisajes y universos pictóricos generan un “espacio completamente sensorial, envuelto a su vez por un paisaje sonoro dotado de acentos tridimensionales”, según afirma el Museo del Prado. “Las imágenes fragmentadas, los cambios de escala o las sorprendentes micronarrativas adquieren una nueva dimensión, suscitando el primigenio asombro que la obra del Bosco siempre ha despertado”.
La videoinstalación podrá visitarse hasta el 2 de octubre en la sala C del Museo del Prado, dentro de la exposición del V Centenario de su muerte.